La Gran Evasión

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sábado, 13 de noviembre de 2021

344 - Los Farsantes - Mario Camus 1963

Bienvenidos a un nuevo episodio de la Gran Evasión, esta noche vamos a sentir el frio, la vocación y el hambre, acompañando a unos pobres diablos, una compañía de teatro ambulante, en la España gris y desangelada de los años 50; Los Farsantes, dirigida por Mario Camus en 1963.
Su primera película, basada en un gran texto de Daniel Sueiro (La Carpa, incluido en el volumen Fin de fiesta), que también colabora en el guion. Un drama angustioso, el negativo del Viaje a ninguna parte (1986) del gran Fernando Fernán Gómez, aunque más seco y cortante, carente de humor.

Retrato magnifico, duro y frio, como los parajes castellanos que transita esta compañía en los estertores del invierno, malviviendo de pueblo en pueblo, pasando hambre, durmiendo  al raso, esperando, siempre esperando, la siguiente función, la próxima comida.  Con un reparto extraordinario, casi es una cápsula del tiempo  con los mejores actores de nuestro cine, vaya presencia y vaya voces, Jose María Oviés, como Don Pancho, liderando esta compañía de menesterosos, un jovencísimo Luis Ciges, la belleza salvaje de Margarita Lozano, Víctor Valverde,  José Montez, Ángel Lombarte…..

Un fresco social devastador, que deja al descubierto, no solo la realidad del momento, sino a las personas, a cada cual; desde las clases mas pobres, a los prebostes de cada pueblo; el cura, el alcalde, el boticario, el maestro, los nuevos burgueses que se divierten mientras la miseria, la enfermedad y el hambre soplan libremente por las llanuras de aquella inmisericorde España… En solo 82 minutos Mario Camus, dando muestras de su inmenso talento, nos pasea por el blanco y negro de nuestra historia; Neorrealismo Castellano que deja patente la condición maldita del artista, la pobreza extrema de unos y la miseria moral y la depravación de otros.
La compañía de Don Pancho, unos farsantes malviviendo  por los pueblos perdidos de la meseta castellana, ralentizando sus constantes vitales para sobrellevar el hambre.
¿Héroes o picaros….. mártires o supervivientes?  Atravesando su propia semana Santa: de pasión, muerte y resurrección, con un Judas y una Magdalena, incluidos.
Al despuntar el alba, cogemos los imprescindible para huir al pueblo siguiente, a hurtadillas; atrás queda el vestuario raído, el atrezzo confiscado por las deudas, atrás queda el latir de la profesión. Cómicos que deambulan por los caminos, a los que incluso está vedado una fosa en el camposanto.
Soñando con un plato de sopa caliente y un cigarro, acompañamos a los Farsantes: Zacarias Cotán, Gervi Navío y Raúl Gallego.

Gervasio Navío Flores.

















miércoles, 28 de octubre de 2015

59 - Los Santos Inocentes - Mario Camus 1984


 
La grajilla vuela desde el campanario al hombro del Azarías. Sus ojillos brillan de felicidad, la sonrisa extraviada, el ademán primitivo, el instinto más primario. Una tarde de caza el pájaro será abatido, ya no responderá más al arrullo del inocente, no comerá más de su mano. El vuelo de la milana será truncado, sus alas rotas, mancadas por un disparo de rabia. Paco el Bajo se ha roto la pierna al caer de la encina en que agitaba el cimbel, el palomo cegado, señuelo de torcaces. Al señorito Iván le importa poco que Paco apenas pueda andar. Su mejor secretario es indispensable para el día de la batida. No puede faltar.
Mario Camus culmina su obra maestra en 1984, adaptación fiel de la novela Los Santos Inocentes publicada sólo tres años atrás por Miguel Delibes. El realizador cántabro recrea los ambientes cinegéticos y las diferencias sociales del latifundio semifeudal extremeño con serenidad y maestría. Apoyado en la música ancestral de García Abril, un plantel de actores excelente, donde sobresalen Alfredo Landa y Paco Rabal, memorables como Azarías y Paco el Bajo, un inconmensurable Juan Diego, el señorito Iván, uno de los personajes más déspotas de la historia del cine español, Terele Pávez, la sufrida Régula, Ágata Lys, la ociosa Doña "Pura", Agustín González, el administrador de la finca, o Mary Carrillo, la marquesa representante del nacionalcatolicismo imperante.
Opresión, humillación, degradación, resignación. Paco y Régula han caído en desgracia, malviven en su choza gris de adobe y chamiza. Quirce (Juan Sáchez) les visita para despedirse de esa vida esclava que tan bien conoce. Emigra a la ciudad. A la luz del candil los recuerdos asoman entre las sombras. Acaso en el silencio de la casucha aún suenan los tremendos gritos de la niña chica, el ¡quiá quiá! del Azarías. Los ojos asustados de Paco buscan a su mujer, a su Régula que alarga la vista a los campos del dolor que su hijo abandona para siempre.
Cuando los oprimidos besan la mano del amo y recogen su limosna poco hay que hacer, sino poner tierra de por medio. Los analfabetos, los santos inocentes de mirada medrosa y cabeza gacha, los que ven, oyen, y callan. Unos debajo y otros arriba, así debe ser, es ley de vida, dice el señorito Iván, el amo del cortijo.


Raúl Gallego.                                                   

Desplumamos perdices y pitorras a la luz de la lumbre esta noche en Radiópolis.

A la dirección, José Miguel Moreno, con la visita de José Gallego, Raúl Gallego, Gervi Navío y desde Madrid, nuestro crítico de cine César Bardés.




Artículo sobre Los Santos Inocentes, por César Bardés 


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