Burlarse de los monstruos quizá los ahuyenta. Los tronados Mel Brooks y Gene Wilder se rieron hasta de su propia sombra en todo lo que hicieron juntos, de los productores, de los westerns, no podía ser menos en El jovencito Frankenstein. Tanto es así que durante el rodaje tenían que repetir las tomas porque no podían aguantar la risa. Eso sí, uno de los motivos que dan la inmortalidad a esta comedia es el tono tenebroso del blanco y negro de Gerald Hirchsfeld, imitando los modos del original de James Whale, así como el respeto a la esencia del texto de Mary Shelley. Wilder y Brooks recurren a las mitologías de Shelley y la saga fílmica de la Universal, añadiendo de su cosecha una serie de gags memorables. El monstruo interpretado por Peter Boyle inspira compasión como el de Boris Karloff. Wilder escribió el libreto original de la comedia, y Mel Brooks se enteró del proyecto durante el rodaje de “Blazing Saddles”.
Entre la sonrisa y la carcajada se pasa en un instante la obra de Mel Brooks más recordada por la crítica. Debe ser irresistible mirar fijamente a Igor, ni el propio Gene Wilder podrá con Marty Feldman haciéndole ojitos desencajados. En una de las alucinantes escenas iniciales, el doctor imparte una clase magistral sobre el sistema nervioso y sus respuestas reflejas, utiliza como conejillo de indias a un señor escuálido ante la mirada atenta de su alumnado. El cirujano que renegaba del estigma de su abuelo, el mismísimo Barón de Frankenstein, viaja a las tierras de Transilvania al heredar su castillo. Recién llegado a la estación, le recibe Igor, él podría arreglar esa joroba tan incómoda. ¿Joroba? ¿Qué joroba? Mejor cambiemos de tema. Esa joroba es reversible, cambia de lado según el momento.
Con un reparto tocado por la gracia, aparte del gran Gene Wilder y los ojos saltones de Marty Feldman, una divertidísima e inocente Teri Garr, la asistenta de las buenas aldabas, Cloris Leachman, o Frau Blücher, cuya mera presencia aterroriza a los caballos , el inspector tullido surrealista y jugador de dardos interpretado por Kenneth Mars, o Madeline Kahn, la novia del doctor que conocerá los atributos secretos de la criatura y lucirá los peinados de la mismísima novia de Frankenstein.
Esta noche bailamos claqué con el doctor y su creación…
Salvador Limón, Raúl Gallego, Zacarías Cotán, Chari Medina y David Velázquez
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