Érase una vez un profesor de lengua inglesa, y siete enanitos, todos vivían en un caserón, con una ama de llaves mandona. De pronto en las vidas de estos ratones de biblioteca, enfrascados en completar una enciclopedia, surgió una bola de fuego, una llamarada con flequillo de Cleopatra, una seductora cantante de club que puso patas arriba la rutina de estos peculiares profesores.
Howard Hawks contó con los cimientos adecuados para esta versión libre del cuento, guion de Billy Wilder y Charles Brackett, la fotografía de Gregg Toland y una pareja memorable, Gary Cooper y Barbara Stanwyck, que ese mismo año brillaban con Capra en “Juan Nadie”, Dana Andrews hace de gánster, y un grupo de actores con vis cómica como Richard Haydn, Oscar Homolka o S Z Sakall, los colegas académicos del profesor Pott.
En esta lucha entre el conocimiento y el saber, y las malas artes de los delincuentes al servicio del personaje de Andrews, asistimos a las peripecias de unos eruditos que entienden de todo menos del sexo opuesto, y eso que uno de ellos es viudo, siempre recuerda su anemone nemorosa. La flor extiende sus pétalos al sol de nuevo, ahora es una cabaretera con vestido de lentejuelas y mucha desfachatez, que volverá majaras a los maestros. De fondo una subtrama gansteril, el mundo callejero de Sugarpuss, y un número musical magnífico con la orquesta del batería Gene Kruppa y su boogie de la batería.
Esta noche bailamos la conga con la señora Stanwyck…
Salvador Limón, Zacarías Cotán y Raúl Gallego
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