La Gran Evasión

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domingo, 11 de abril de 2021

318 - 21 Gramos - González Iñárritu 2003

Un giro imprudente puede apagar todas las luces, una curva, un frenazo, y los ojos de una niña pidiendo ayuda, mirando fijamente al pensamiento. A partir de ahí, el castigo, entregarse a la policía y renunciar a todo en una celda. Llegará la visita del reverendo y sus reproches. Jesús conoce hasta el último movimiento de cada uno de sus cabellos, así se le enseñó, así está escrito en la Biblia. Jesús le ha traicionado, su maldita providencia puso en sus manos el volante de una camioneta y le convirtió en un guiñapo, en un hombre atormentado por el remordimiento más atroz. Habrá alguien que no considere suficiente la cárcel y la culpa. La madre joven, guapa, casada y, en un instante, destrozada. Las palabras de un médico suenan lejanas y al mismo tiempo laceran por dentro. No es una pesadilla, es real. Todo lo construido con cuidado se desmorona en un instante, un castillo de naipes cae sobre el asfalto. Sigue respirando, repite cada día el último mensaje de voz en el móvil. Despertar, ir a trabajar, comer algo en la cafetería, salir a la discoteca, volver al alcohol y las drogas. 
En otro lugar de la ciudad, un profesor de matemáticas espera un trasplante de corazón, fuma sentado en el wáter, a escondidas de su pareja, que más da si tiene lo días contados, y un día, una llamada de teléfono, un atisbo de esperanza, el corazón de un donante espera en el hospital. 
La pérdida, el sufrimiento, la muerte, obsesiones del realizador mexicano González Iñárritu (Amores Perros, Biutiful...). marcan las vidas de los personajes de 21 Gramos.  En un film descarnado y agresivo, Iñárritu se asoma al precipicio, quiere medir el peso de la esperanza, la fe, la fortaleza de volver a caminar. Y al fin sale el sol, los pájaros alzan el vuelo, el viento sopla. El amor a la vida también se deja ver en los versos finales, dedicados por el director a su mujer tras la muerte de su hijo:  

"A María Eladia, pues cuando ardió la pérdida, reverdecieron sus maizales".

RG

 

 















Un día como otro cualquiera, amanece y el rugir del mundo nos devuelve muerte y vida a partes iguales; nos perdemos en los azarosos caminos de 21 Gramos, la magnifica obra de Alejandro González Iñarritu, estrenada en 2003.

Una película que lleva la sensibilidad hasta el extremo, tan dura y dolorosa, como nuestra propia y fútil existencia. Historia cruzadas que se entrelazan en el dolor y en la perdida, en el amor y en la empatía; con cada uno de nuestros pasos, se mezclan y se confunden las huellas de los que nos rodean.
 Paul se muere, su corazón no resiste mas, un matemático, un profesor universitario, ya sabemos que las matemáticas son las reglas De Dios…un hombre descreído del mundo y del amor. Su relación personal va a la deriva, el azar le tiene reservado un corazón, una segunda oportunidad, pero no sabe ni puede seguir adelante sin mas…

Jack es un alma descarriada que ha encontrado la salvación en Jesus, uno de tantos. Uno de esos seres invisibles que sobreviven en los márgenes de la sociedad, sus tatuajes muestran lo que lleva por dentro y lo que le atormenta por fuera. 
El destino le tiene preparada otra prueba imposible, otro golpe  mas, sus pequeños y su mujer serán testigos de su continua derrota, de su lucha titánica contra lo irremediable.
Cristina tiene una vida perfecta que salta por los aires y viene a morir en un cruce cualquiera, en un calle cualquiera, su dolor no tiene nombre, no tiene cura, no tiene consuelo....

La pérdida y el desgarro devastan a unos y a otros por igual, la vida se disipa hasta confundirse, hasta confluir, hasta llegar a morir al mismo lugar. Iñárritu despieza estas tres historias comunes y desordena temporalmente la vida y la muerte, una experiencia que deja exhausto al espectador, por lo que tiene de verdad y por la implicación que nos exige.
Toda una proeza técnica estos 21 gramos, un puzzle donde asistimos a las consecuencias de los actos, luego veremos por qué han llegado a esas situaciones, Sean Penn, Benicio del Toro, Naomi Watts, un trio de actores excepcional, que desprenden verdad y dolor, con la misma intensidad.

Pérdida y venganza, amor incondicional y abandono, el sustento religioso, el deseo y la incomprensión, reflexiones de un calado insondable, en el desgarrador guion de Guillermo Arriaga. 21 gramos nos muestra los infinitos caminos que se abren con cada nimia decisión que tomamos, y estos a sus vez se bifurcan con cada muestra de la soberbia humana por querer revertir el destino...A pesar de todo, la vida continua, aunque no tenga sentido, aunque el dolor amortigüe las llamadas del amor; la única manera de enmendar nuestros errores es seguir viviendo, tan complejo y tan simple. Rumiando el dolor día a día, mientras, esta rueda de hámster gira y gira sin cesar...

Esta noche, el axil que pesa las almas, invariablemente nos da como resultado 21 gramos; un peso abrumador que deberemos soportar los que nos quedamos aquí, buscando la redención, en los escombros de una piscina vacía...Zacarias Cotán, Salvador Limón, Gervi Navío, Raúl Gallego y Rosario Medina.

Gervasio Navío Flores.





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