La Gran Evasión

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miércoles, 9 de septiembre de 2020

288 - Profesión: El Especialista - Richard Rush 1980

De un rodaje cinematográfico no salen a la luz todas esas historias anónimas de rivalidad, amor, desamor, traición, celos, que acompañan a todo rodaje. Un grupo humano heterogéneo. Una prolongada convivencia. Saltan chispas. Indudablemente,todo influye en el resultado final de la obra.

El director Richard Rush nos presenta un Hollywood al descubierto, del que podemos ver sus costuras. Una sátira muy alejada del cariñoso homenaje de Truffaut con La noche americana, con la que sin embargo comparte mucho. La obsesión del director, su constante manipulación orientada hacia un fin creativo, se lleve a quien se lleve por delante, marca su relación con los actores, con los técnicos, y cómo no, con el especialista principal, ese personaje huido de la justicia, acogido por la familia del cine. Eli Cross, el director, se convertirá en el padre, y su escenario en el hogar que añora un ex combatiente de Vietnam sin rumbo ni oficio.

The Stunt man (su título original) es un juego tanto para el protagonista como para el público que observa desde el patio de butacas. ¿Qué es real y dónde empieza la ficción? Con esa ambigüedad, Richard Rush crea un puzle para confundir al espectador y hacerle entrar en el juego. Como decía el personaje de Peter O’ Toole:

“King Kong medía un metro y veinte, menos que Fay Wray”.   La magia del cine.

Juan Salvador Limón

Esta noche nos subimos a la grúa del obsesivo director...

Raúl Gallego, Zacarías Cotán y Salvador Limón


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La espontaneidad del título firmado por Richard Rush ("Camino Recto", "Una extraña pareja de polis") parece salirse por la tangente en más de una ocasión. El coche de época cae dos veces puente abajo, y en el único momento de calma, el fugitivo queda como extasiado, alza la mirada al cielo, se escucha el canto de los pájaros, y es que el joven ha entrado en otra dimensión. Es la magia del cine, un helicóptero se aproxima, del ruidoso aparato emerge la extraña y enfermiza expresión de Peter O ´Toole, o Eli Cross, el director de la película, que lo mira como si quisiera diseccionar a una especie desconocida de insecto. La particular noche americana de Rush se centra en la figura del doble, del especialista que se juega la vida, con aquella estética a caballo entre dos décadas ya lejanas, los 70 y los 80, un aroma de libertad, de ilusión, de días luminosos. Rush se recrea en mostrar el engaño del cine, el atrezzo, el maquillaje, los focos que iluminan el país de las maravillas. "Ten confianza, cierra los ojos y disfruta".. Así quiere tranquilizar Eli al nuevo que sustituye al anterior, que según parece ha fallecido ahogado en la repetida secuencia del puente.

La perspectiva del que observa desde la grúa y parece controlar cada movimiento en el rodaje no es la misma del que anda ahi debajo, a merced de su escrutinio, El director obsesivo y megalómano quiere aprovechar la irrupción del joven que, perseguido por la policía buscará cobijo entre los miembros del equipo. Entretanto se enamorará de la actriz principal, una sonriente y lozana Barbara Hershey.

El director de la película dentro de la película pretende a toda costa que resulte lo más excesiva posible, y esta locura subyace en todo lo que se nos va narrando. Los tres personajes principales son impulsivos y viven el instante, parece no importarles nada más que el momento presente, se mueven por impulsos. En el caso de Cameron -Steve Railsback-, veterano del Vietnam, la necesidad de escapar también del rodaje la resume en un recuerdo del frente, cuando un compañero pisó una mina y tuvo la certeza de que el artefacto solo explotaría cuando retirara el pie, solo podía permanecer allí sin moverse hasta que le fallaran las fuerzas. Quizá todo se reduce a esto, al azar, a una partida de pinball en la que las bolas rebotan unas contra otras causando acción y reacción de forma inesperada, ya lo dijo Rush. Hay que tener cuidado y mirar bien donde uno pisa, no vaya a ser que sea imposible escurrir el bulto y se terminen las bolas extras. 

Raúl Gallego








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