La Gran Evasión

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martes, 25 de agosto de 2020

286 - La Linterna Roja - Zhang Yimou 1991

En primer plano la efigie de Gong Li da la noticia a su madrastra, se va de casa, va a ser la concubina de un hombre acaudalado. Dos lágrimas se derraman por el inmóvil rostro de la estudiante. Es la China anterior a Mao, la de principios del siglo XX. Yimou se inspira en la novela Esposas y concubinas de Su Tong, y alcanza las más líricas cotas de su filmografía. 

Cuatro mujeres encerradas en una jaula dorada. Todo se cuenta desde una perspectiva femenina, al señor apenas se le ve la cara, habla en susurros y muchas veces fuera de campo, solo se oye su voz. El aire viciado del palacete y las intrigas, celos e inquinas entre damas y sirvientas se harán insoportables para la nueva dama. En esa casa de oropeles y piedra las reglas deben respetarse. La cuarta esposa debe olvidar su vida anterior, resignarse a la rutina, a la falsa calidez de unas linternas rojas. De ahí que muy temprano la joven salga a los tejados a escuchar el canto de su compañera de encierro, ella si sonríe y le aconseja, debe aceptar su nueva vida. La belleza pictórica sitúa la película de Yimou a la altura del más colorista Kurosawa, el de "Ran" o "Kagemusha". Los tonos rojos, anaranjados, transmiten una artificiosa calidez, las gamas de grises y azul cobalto en el horizonte invernal anuncian el drama. La puesta en escena, la decoración, la cuidada utilización del color, la minuciosa composición en planos fijos y apenas movimiento de cámara, la iluminación natural sobre el mismo escenario, hacen de este film una obra bellísima. Yimou se preocupa en mostrar los rituales tradicionales con parsimonia. La ceremonia de colocar los faroles en el aposento de la consorte elegida, el relajante masaje en los pies, solo recibido la noche que el señor decide compartir con la afortunada esposa. Y nunca mejor dicho, porque las mujeres en ese lugar están atadas a su destino desde que entran. Las normas son estrictas, marcadas a fuego. La segunda dama, con su cara de Buda y corazón de escorpión, conoce bien la lección. Ya lo recita el niño en el poema: 

" Me muero de pena en mi jaula dorada...". 

 Raúl Gallego

 Esta noche escuchamos el sonido de la flauta de bambú en el patio... 

José Miguel Moreno, Zacarías Cotán, Salvador Limón, Fran Romero y Raúl Gallego. 

 

 

 

















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