La Gran Evasión

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lunes, 11 de mayo de 2020

271 - Kramer contra Kramer - Benton 1979

La tradición del melodrama con niño en el cine americano es larga, intensa y estirada. Incluso el propio Douglas Sirk, maestro del género, llegó a utilizar el elemento infantil como contrapunto de los sentimientos adultos. Robert Benton, guionista de fama ("Superman", "Bonnie and Clyde"...) y realizador de un filme noir desencantado y gris, "El gato conoce al asesino", ha sido alabado por su "Kramer versus Kramer" con más premios de los que una sociedad habitualmente competitiva como la norteamericana puede soportar. El caso es que esta película fue nominada para nueve Oscars, y como decía la copla, nadie sabe como ha sido.
La primera parte del filme establece claramente una tesis que después no se desarrolla:  en USA, o tienes un hijo y te mueres de hambre, o vives trabajando como un negro, pero no tengas hijos. La segunda mitad de la historia es un juicio, Kramer contra Kramer, y la tesis que comporta en su interior es muy simple: demostrar al espectador que los padres pueden ser tan buenas madres como las madres de verdad. En fin.
Benton recurre para ligar las dos partes de su historia, y los correspondientes elementos accesorios, la carpintería del filme, segín Hitchcock, a una serie de hábiles trucos no por manidos menos eficaces. A  saber: personajes positivos y personajes negativos -el padre y el niño en el primer apartado, y la madre y su abogado en el segundo-, esquematismo fácil y simplón que favorece la reacción lacrimógena del respetable. Sarta interminable de tópicos pseudosociológicos y pseudopsicológicos acerca de los problemas matrimoniales, separaciones, el "tengo que realizarme", "voy a ir al psicoanalista", etc...que cubren de tonos falos el conjunto del panfleto.
El uso de los colores opacos, fundamentalmente el gris en el tono de la fotografía, no está empero ausente de la visión que Benton tiene de sus personajes. Está claro que da facilidades para que se desate la sensiblería, pero una segunda lectura del filme nos mostraría sin duda el poco respeto y la escasa consideración que Benton siente hacia sus héroes. En el mismoi hecho de narrar una historia de tópicos y banalidades tan enormes como las que se recitan ,quizá encontramos la mirada ácida, crítica. sombría, que un ciudadano de a pie realiza sobre sus contertulios, también de a pie, que se empeñan en seguir siendo víctimas y siervos del sistema.
Lo que pasa es que el corte en fundido no le ha salido todo lo bien que esperaba Benton, o que los productores no le han permitido un excesivo distanciamiento sentimental. Si se observa con atención, por ejemplo, el personaje de la mujer, colegiremos que su trayectoria no solo es absurda, abandona su casa porque no se encuentra a gusto con su marido, se ausenta quince meses y, al cabo de este tiempo vuelve para llevarse al niño, y se gasta un dinero que no tiene en un juicio sangrante y sufriente, para, al final, sin que venga a cuento de nada, y habiendo ganado el juicio, le deje el hijo al marido.
Como pienso que Bento es mejor guionista, y más astuto e inteligente para diseñar personajes tan inconsistentes -a menos, claro está, que haya vendido su alma al diablo de las miltinacionales y de los oscars- estoy seguro que su intención es leer de través en una historia que, por ejemplo, sí desarrolla con coherencia un Zeffirelli, cuyo "Campeón" tiene muchos puntos de contacto con "Kramer...", como corresponde as un pastelero del color, blando y superficial, con propeles por eficacia,
El posible valor de "Kramer..." se encuentra con una exclusividad casi absoluta en el gris tonal y ambiental que Benton le otorga a la narración-descripción del filme, y la capacidad de síntesis - espléndidas secuencias entre Hoffman y su jefe, Hoffman y la secretaria, Hoffman y la vecina, Hoffman y el abogado- donde se aplica un estilete recio y firme a la dirección, al contrario de la acumulación de notas sensibleras en las relaciones Hoffman-niño, Hoffman-esposa y madre-niño, habitual por otra parte en la mayor parte del cine americano de todos los tiempos. Lo sobrante son plumas en el sombrero, como decía George Axelrod, u oposiciones al Oscar. Parece que va siendo ley de vida entre los cineastas americanos, a ashby le pasó lo mismo.

Zacarías Cotán

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Esta noche tenemos una crisis matrimonial, que siempre va precedida de una crisis existencial. Una realidad que desprende mucho dolor, con preguntas y decisiones muy duras; preguntarse si se es o no una buena madre, o un buen padre.
El abandono, el egoísmo, el desconcierto y sobre todo, vemos como se forja el vinculo entre un Padre y su  Hijo….. Kramer contra Kramer, Robert Benton, 1979. Un drama contenido y de una vigencia incuestionable.
Esta historia escrita y dirigida por Benton está basada en la novela de Avery Corman, que trata un tema muy candente en la sociedad americana de finales de los setenta, el Divorcio y la custodia de los hijos. La singularidad de la historia es invertir los roles, el abandonado es el hombre.
Meryl Streep y Dustin Hoffman forman una pareja portentosa, despliegan todo su talento bajo la dirección de Benton, que trata con suma delicadeza y contención temas de una trascendencia fundamental. La culpa por el abandono, el sacrificio para criar a un hijo, las consecuencias de una vida centrada en el trabajo y el éxito, las relaciones familiares, las esperanzas e ilusiones perdidas en un matrimonio vacío. Excepcional el trabajo de los actores dando vida a Joanna y Ted, con el chico, Billy interpretado por Justin Henry, de tan solo siete años, todo un hallazgo.
Benton consigue cargar de emoción esta historia, contada con elegancia y sensibilidad, sin llegar nunca a caer en la sensiblería ni en la manipulación.
A destacar la fotografía de Nestor Almendros, retrata ese Nueva York otoñal en el que la vida cotidiana fluye y se pasea con Vivaldi y Purcell de fondo.
Kramer vs Kramer fue todo un éxito, se llevó los cinco grandes en la entrega de los Oscar, en España fue también todo un acontecimiento, nuestra primera Ley de divorcio no llegaría hasta el 81 y la película fue todo un shock en nuestro país.
Convivimos con este Padre que nunca había ejercido como tal a jornada completa, asistimos a desayunos desastrosos y problemas laborales, hasta que poco a poco, Billy se convierte en todo su mundo. La aparición de la madre, después de reencontrarse consigo misma para reclamar la custodia, volverá a poner patas a arriba el mundo de Ted.
Un proceso judicial en el que los dos aprenderán a escuchar y conocerán el dolor y el sacrifico del otro para criar al hijo que tienen en común.
Como siempre veremos que la máxima expresión del Amor es la Renuncia.
Un drama, un matrimonio que se ha desmoronado y deja a tres seres abandonados, que tendrán que aprender desde cero a quererse, a reconocerse.…..a escucharse.

Esta noche compartimos una hermosa tarde de otoño en Central Park, mientras Billy recorre la distancia que separa a sus padres…José Miguel Moreno, Raúl Gallego, Zacarías Cotán, Gervi Navío e Isabel Moncada, que nos regala la presencia de nuestro cinéfilo más joven, Hector.

Gervi Navío.


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