La Gran Evasión

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domingo, 22 de septiembre de 2024

422 - Tigre y Dragón - Ang Lee 2000

La renuncia y la mortificación pueden enmarcarse en un cuadro oriental de enorme belleza. En los templos, los palacios de Pekín, el desierto de Gobi o los bosques de bambú levitan, luchan y se aman las leyendas mágicas de Tigre y Dragón, ideadas por el escritor chino Wang Du Lu en uno de los cinco libros de su pentalogía de hierro. 

Espiritualidad, tradición, taoísmo y mitologías de la China soñada por el taiwanés Ang Lee. Lee transgrede el género Wuxia tradicional situando en el centro a tres mujeres fascinantes, Shu Lien -Michelle Yeoh-, la experta en artes marciales, la joven rebelde Jen -Zhang Ziyi-, una muchacha valiente y guerrera, capaz de lo que sea por recuperar su peine de jade y su espada mágica, y la zorra de Jade, la mentora de las sombras interpretada con grandeza por Cheng Pei Pei. El peso del film lo llevan estas heroínas. La presencia de estas mujeres aporta emociones más fuertes que la mera violencia de un film clásico de artes marciales. Con alguna salvedad, la zorra de Jade no entiende de sentimentalismos y, en una de las primeras peleas le clava en medio de la frente un cuchillo de cuerno de ciervo a un inspector de policía. Esas peleas de artes marciales coreografiadas por el especialista Yuen Wo-Ping, impresionaron al público en su primera proyección en Cannes, los contrincantes flotaban sobre los tejados del palacio, sobre los árboles de bambú, volaban como los personajes de Bola de Dragón. Aplaudían en las salas con júbilo mientras Jen y Jade Fox se elevaban en la noche, o el maestro Li Mu Bai – Chow Yun-Fat- animaba a la taimada ladrona de su espada a ser su discípula. Desde una perspectiva occidental Lee conectó con el gran público, reinventó el género Wuxia con una narrativa lineal y un flashback a la mitad del film que ralentiza el ritmo y desvela la historia de amor de los dos jóvenes, el ritual de acercamiento y distancia del tigre agazapado y el dragón escondido.

En este melodrama de rojos manchúes, nubes inmensas y verdes montañas, la otra pareja, Li Mu Bai y Shi Lien, se juran amor eterno, el amor más intenso y doliente, el no consumado. Mu Bai afirma que lo tangible no es permanente. Del mismo modo que en “El banquete de boda”, “Sentido y Sensibilidad”, “La tormenta de hielo”, “La vida de Pi” o cualquiera de sus películas, la renuncia, la represión de los sentimientos, y la falta de entendimiento lastran la existencia de mayores y jóvenes. 

Esta noche entramos en el templo para conocer el camino del Wudang...

Chari Medina, Salvador Limón, Raúl Gallego y Zacarías Cotán 













































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