La Gran Evasión

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miércoles, 11 de agosto de 2021

334 -El Gran Gatsby - Jack Clayton 1974

 Aquel verano en Long Island quedaría para siempre en el recuerdo de Nick Carraway. Sobre todo la figura de Jay Gatsby,su efigie mirando desde el balcón hacia la luz verde al fondo de la bahía. Gatsby vivía en la fastuosa mansión, cercana a su modesta casa alquilada. 

Esta versión del clásico de la literatura norteamericana escrito por Scott Fitzgerald, fue dirigida por Jack Clayton, con Sam Waterston en el papel del observador Carraway, Daisy Buchanan -Mia Farrow-, la mujer de la pamela que se queda absorta con los ruiseñores del jardín, Bruce Dern, su zafio y multimillonario marido, y un enigmático Robert Redford, que desea recrear los días del pasado con su amada Daisy. Gatsby vive presa de una obsesión y su objetivo es más complejo de lo que cree. Daisy y Tom, deshonestos y ricos, disfrutan de su posición y se saben privilegiados. Los describe Nick como lo que más desdeña en el mundo, el glamour y la despreocupación de los que buscan agruparse con otros ricos, jugar al polo y pasear sus yates de lujo. Mientras, a pocos kilómetros malviven los pobres. En el valle de las cenizas, los que se ensucian de grasa cada día  para ganarse el jornal, siempre observados por las lentes enormes de un cartel publicitario. Jay Gatsby nunca será un rico de herencia como ellos, Tom le echa en cara su reputación, asegura que su fortuna procede de ganancias ilícitas.

Con un ritmo plácido, y la colorista y suave fotografía de Douglas Slocombe, Clayton recrea las fiestas nocturnas del magnate, la opulencia, el bochorno de unos invitados que se emborrachan con champán y bailan el foxtrot a la luz de la luna, mirando de reojo a ver si la figura misteriosa del anfitrión se recorta en la terraza. Aunque Carraway sienta reparos al principio, no podrá negar la atracción hacia un hombre que vive de una ilusión.  El sueño americano en la edad del Jazz, Gatsby ha conseguido amasar toda una fortuna, aún le queda lo más importante, la fijación de una imagen antigua en un álbum de fotos, la ambición de un nuevo rico, de un romántico seguro de sí mismo, aunque en cualquier momento la carrocería impoluta de un deportivo color crema se pueda manchar de barro y sangre. 

R G


 

 
















Esta noche viajamos a un tiempo idealizado e irremediablemente perdido. Nos enfrentamos al calor de un verano que parecía infinito, a una era de esplendor y desenfreno que Francis Scott Fitzgerald reflejó en una de sus obras mayores, El Gran Gatsby; hoy, nos detenemos en los oropeles y el brillo de la adaptación dirigida por Jack Clayton, en 1974.

Se derrama por los rincones de una fastuosa mansión, el alcohol, la libertad del Jazz y el canto del cisne de toda una generación; un momento clave de la era moderna; exhibiendo los vicios y el declive moral que nos llevarían a otra gran guerra.

Llevar a la gran pantalla la obra de Scott Fitzgerald no fue nada fácil, un trago solo al alcance  de un productor con un ego tan grande como el del propio Gatsby, Robert Evans, al respaldo de la Paramount.
El elenco es inmejorable, Robert Redford como el misterioso Jay Gatsby; la etérea e inalcanzable Mia Farrow como Daisy; Sam Waterston, absolutamente soberbio, como Nick Carraway, el narrador de la historia; Bruce Dern encarnando al estereotipado y repulsivo Tom Buchanam; Karen Black, Lois Chiles, Scott Wilson…Una historia complicada y sencilla al mismo tiempo, porque no deja de ser más que un juego de espejos, un fogonazo de luz que enfoca el alma americana hasta desnudarla por completo. Los nuevos ricos, el abismo entre el abolengo de las clases sociales, que dominan el mundo por derecho propio, y el espíritu americano de conquista y esplendor; el Este y el Oeste; una ilusión tan Naif que se vuelve real, tan palpable que se escurre entre las dedos….

El guión es de Francis Ford Coppola, en plena efervescencia entre los Padrinos, pero aún con estos mimbres la película no es redonda. El Gran Gatsby es un agónico grito por recuperar el pasado, el amor de juventud al que el destino y el dinero negaron su oportunidad.
Se tachó la película de literatura filmada, de fallida, para mí sigue siendo la mejor adaptación de esta dolorosa historia, llena altibajos, pero sublime y evocadora por momentos, falta de ritmo y tediosa también, como la vida misma, como una noche en la que la copa de champán siempre está llena.

Hoy nos acercaremos al mito de Gatsby, mientras la misteriosa luz verde de un embarcadero, al otro lado de la bahía, nos llama….Rosario Medina, Zacarias Cotán, Raúl Gallego, Gervi Navío y Salvador Limón.

Como dijo un danes loco:
“La juventud es un sueño, y el amor, 
el contenido del sueño” 

Gervasio Navío Flores.



















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