La Gran Evasión

La Gran Evasión

sábado, 22 de septiembre de 2018

195 - Huevos de Oro - Bigas Luna 1993

Alegoría social en torno a la especulación salvaje de los noventa, la pérdida de la virilidad y el crepúsculo de un hedonista. De un listillo ibérico al que todas traicionan. De un Benito que por el amor de una mujer jugó con fuego sin saber que era él quien se quemaba,y que lo canta muy a pecho, un  Julio Iglesias burdo, con barretina y chaquetilla de leopardo.. Un personaje que asciende en el mundo de la construcción a base de artimañas, que quiere triunfar a toda costa, el hortera quiere tener dos roles de oro, dos coches de alto standing, dos mujeres.
Voyeur Bigas Luna, constructor de planos magníficos, mentor de un Bardem espléndido ya en Jamón, Jamón. La gallina de los huevos de oro, la avaricia rompe el saco, el melodrama está servido cuando las torres que deben subir como pollas se hacen añicos como botijos arrojados desde la azotea. La simbología de su admirado Dalí ocupa cada secuencia del metraje, bogavantes con tenazas atadas, mujeres desmesuradas bailando sobre la paella, cajones pintados en cuerpos de Venus, marionetas de guiñol con los huevos de oro, que retan con chulería al objetivo y despreciables se agarran la entrepierna, de caniches ridículos y soldados con petate a cuestas.
Benito se inicia en la lejana Melilla donde acaso la ilusión de la primera juventud se quedó en una playa africana, pelotazo urbanístico en un Benidorm kitsch en que el personaje asciende a trompicones, vendiendo a su amante Claudia (Maribel Verdú), imitando sin clase a un socio triunfador, (el actor Ángel de Andrés López),  y su declive, su distanciamiento del entorno, su impotencia, en un Miami de café aguado y jardinero lascivo, de manos de una portorriqueña que le hace probar su propia medicina.
Luna nos manipula, nos lleva a su  parcela, excesivo, libre, visionario, la hormigonera-hormiguero, la burbuja del ladrillo, las moscas mediterráneas, el turron de Alicante, el españolito en estado permanente de mala leche, comedor de garbanzos, de carajillo, karaoke y barbacoa.

Raúl Gallego

Nos vamos de mariscada por la costa de levante esta noche en Radiopolis….

José Miguel Moreno presenta, Manuel Broullón, Paco Vallecillo y Raúl Gallego.

DALE AL PLAY Y ESCUCHA EL PROGRAMA















“Donde está mi luna” dice Lorca, por boca de un Andy García irresistible, antes de morir en la cuneta, asesinado, y recubierto de una tierra de España (Muerte en Granada, 1996 Marcos Zurinaga). Y dice Benito, un Bardem conocedor de Brian De Palma, recubierto de gloria, que va a tener de a dos, a pares, completos, intercambiables, para que no falte de nada. Sigue la vida. Esa mirada turbia, cuando le devuelven, en bandeja de especias muy sazonadas, garbanzos fríos y humor de la tierra, la arcilla negra, sollozante, de hembra montada a la grupa, paralela a la infamia de Antonio Dechent vendiendo a su hija, (A puerta fría”, 2012 Xavi Puebla). Y es la misma tierra, que cubre los muertos, acompaña a los vivos y aroma las puestas, de números suicidas. Un poco más, todavía otra lista, justo la cima que merece una chica.
Pocas veces dos cosas se han contado tan fuerte que no admiten bromas, ni siquiera con métrica. Habla alto Bigas Luna, aflora un nosotros de la mano de un cine maltrecho y pendón con ráfagas de envidia, espejo goyesco de una España reprimida. La castración dio excesos que no se disfrutan y Bigas rompe en mil disfrutando la vida, primero la suya, plagada de miradas nobles que rebosan corridas, después lo abyecto, en traiciones al hombre y al padre, y al hijo, y a todo aquello que signifique mirar. “Ahora pienso”, ya pinté mis recuadros y desboqué mi salida y miro engolado con la salsa del gusto, que no sabe mal, porque no sabe a firma. Y ¿qué miras?, no se, algo pasará, no importa. Lo cuenta el catalán, hombre cabal y ético, la radio mil veces partida en trocitos de enchufe, cantando asilvestrado con la pizarra y la tiza. Un cine de apego pasoliniano. Porque no lo ha querido, vino de fuera con la imagen cruzada de los pechos en tinta. ¡Dónde están mis pechos!, que yo quería, volaron, corriendo al verme, deprisa, y soplo aletargado buscando también mi luna.

José Miguel Moreno

No hay comentarios:

Publicar un comentario