La Gran Evasión

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domingo, 2 de octubre de 2016

104 - Cinema Paradiso - Tornatore 1988

El tiempo pasa inexorable en un pueblecito con cura, ambulatorio, cine, colegio y plaza mayor. Los días monótonos y las caras conocidas se repiten en los mismos lugares, todo se sabe en el pequeño pueblo de Giancaldo. Alfredo conoce de memoria también las caras de las estrellas del celuloide, sus diálogos, incluso habla con ellos los días que se siente más solo en la cabina. Hasta las frases memorables pueden hacerse tediosas. Por eso Alfredo el proyeccionista aconseja a su querido Totó que se aleje del pueblo para siempre y sea alguien en la ciudad, que no repita una existencia gris y frustrada en un viejo cine de provincias.
Llega la noche y los paisanos acuden en tropel a ver la película de la semana, toda una experiencia en la posguerra, cuando la única vía de escape eran esas dos horas de pipas, butacas, linterna y oscuridad. Unos gritan, otros duermen, lloran, desean, ríen, la pantalla traspasa las almas ávidas de acción y mundos diferentes. Incluso una noche se obrará el milagro, el haz de luz se moverá por la pared, saldrá a la misma plaza, y el cine cobrará forma al aire libre bajo un cielo estrellado.
El niño de ojos vivarachos sabe de sobra que su padre nunca volverá del frente ruso, su madre se pasa los días tejiendo su dolor junto a la estufa, hasta que llegue el luto. Totó tiene a Alfredo y el cine, tiene a Charlot, a los indios, los pescadores pobres, el temible monstruo, y las escenas de besos de amor que tiene el privilegio de ver antes que el cura ordene cortar. Después llegará el primer amor de juventud, el ejército, la pérdida, el reencuentro con los recuerdos nunca olvidados. El Nuovo Cinema Paradiso sigue abierto, nunca fue demolido, las caricias vuelven al campo de trigo, el león de grandes fauces escupe imágenes sin parar, las luces se apagan y el estremecimiento se repite con todas las mujeres, todas con voces distintas.

Raúl Gallego.

Hoy en Radiópolis gritamos que la plaza es nuestra y aprendemos a proyectar nuestros sueños....

José Miguel Moreno a la dirección, Raúl Gallego, Gervi Navío, y nuestro crítico de cine César Bardés.


 Artículo sobre Cinema Paradiso, por César Bardés






2 comentarios:

  1. Gracias Alfredo por enseñarnos lecciones de vida tan grandes, y a vosotros por las de cine.

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  2. a ti por escucharnos, esperamos quedara bien el repaso, entusiasmo no faltó

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