Preston Sturges, en 1941, entregaba al mundo su homenaje al cine, un canto al ser humano, una fábula dónde deja bien claro lo importante que es la risa ...una auténtica maravilla: Los viajes de Sullivan. Sturges tenía que contar esta historia, poniendo de manifiesto la trascendencia y la relevancia del humor, aportar su granito de arena, tal vez para acallar su conciencia por vivir bien en los malos tiempos, como el protagonista, Sullivan....
El cine como esperanza. Sturges es un maestro en la comedia, un innovador y hace una película divertida, el comienzo con el gag del autobús es delirante, puro cine mudo, Slapstick, hay comedia romántica, melodrama, documento y denuncia social..... luego se oscurece bastante, cuando vemos la realidad de la gran depresión, planos de los ferrocarriles y las colas de vagabundos.
Los viajes de Sullivan es, ingeniosa, alocada, frenética por momentos, mordaz y punzante en otros, emotiva y reflexiva, porque tiene moraleja como toda vieja fábula, siempre con el maestro Capra presente y Lubitsh, las referencias son importantísimas, la fe en los hombres del gran Capra y la sátira y la ironía del ácido Lubitsh. La película te hace reír y de fondo te muestra otra visión del mundo, de eso se trata, eso es el cine, evasión.....magia, diversión y a la vez, la suspensión de las penalidades diarias, de las cuitas de la realidad....al menos por un par de horas, en la sala viajas a otras vidas, a otros mundos, descansando un poco del tuyo y enriqueciéndote en el proceso.
Joel McCrea esta perfecto como Sullivan, su conclusión de que rodar comedias mientras el país atraviesa la Gran Depresión es una frivolidad, es fabulosa, sus vicisitudes devienen en que no se puede forzar una experiencia vital, tomada sin riesgo, como un juego, con una vida cómoda a la que regresar cuando acabe el experimento, esa reflexión es brillante. El personaje de Veronica Lake, que está preciosa, es muy interesante también, parte de la parodia de la típica aspirante a estrella que es capaz de todo para triunfar, pero vemos que sus motivaciones van derivando poco a poco en el amor, en la felicidad de compartir una vida con alguien......sin más.
Concluimos con la frase inicial de la película para cerrar el círculo:
“A la memoria de todos los que nos han hecho reír: saltimbanquis, payasos, bufones de todas las épocas y naciones, cuyos esfuerzos han aliviado nuestras preocupaciones”.
Gracias infinitas a Preston Sturges.
Con nuestro hatillo al hombro, cargado de carcajadas y cine, caminamos por los arrabales de la ciudad.....José Miguel Moreno, Diego Contreras, Manuel Broullón, Gervi Navío y en un barracón de castigo, encadenado al séptimo arte.....nuestro crítico, César Bardés.
Gervasio Navío Flores.
DALE AL PLAY Y ESCUCHA LA GRAN EVASIÓN
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