El Giraldillo de Oro fue para Martin Eden , de Pietro Marcello.
Entre cafés, cervezas, y encuentros con figuras como Pere Portabella, José Luis Guerin o Abel Ferrara, escribimos nuestras reseñas sobre las películas que pudimos ver en esta edición.
Martin Eden
Pietro Marcello
Sección Oficial
En dos partes, procedencia y pobreza, con la enseñanza mortecina de un lego en quebranto. ¿Y luego qué? , pues eso, nada.
Vio la luz fruncida y amarga de la violencia cuando ilumina y trae clamor, verdad y esperanza, como un Pasolini lleno de furia, que despierta del charco, igualito, para ya desmarcarse y no mirarnos a nosotros, porque es libre, y esclavo al mismo tiempo. No importa, y es verdad lo que dice:
Uno, somos uno o soy. Todo roto en dos, y previsible, y melodramático......y gano.
José Miguel Moreno
Sinónimos
Nadav Lapid
Sección Oficial
Tras triunfar en el Festival de Berlín, la última obra del polémico Nadal Lapid no pasa desapercibida en el Festival de Sevilla y se lleva el Giraldillo de Oro al mejor director. Escrita ex-aequo con su padre Haïm Lapid.
Las andanzas del joven Yoav, el forastero que llega de la tierra prometida a París y quiere soltar lastre. Al principio desnudo y aterido de frío, metáfora de su renuncia a los dictados de los padres, a sus raíces, la repulsa al ejército en que militó y las mentiras que le inculcaron. Sus padres le contaban antes de dormir la leyenda de Héctor y nunca llegaban al final. Héctor, el héroe cobarde, el que huyó de Aquiles para conservar la vida.
Un cine nada convencional el de Lapid, atrevido, tan extravagante como un tipo con pinta sospechosa y abrigo amarillo mostaza. Yoav no quiere hablar hebreo y camina sin rumbo, al fondo el Sena, el mismo río de Godard, Varda o Garrel. No sabe muy bien de que huye, renuncia a sus cimientos, no entiende los códigos de su país, no va a cantar más , el “HaTikvah”, el himno israelí, quiere aprender la Marsellesa, aunque desafine, otro idioma, otros gritos, otras guerras. Chocar con la libertad, la igualdad y la fraternidad como quien corre a ciegas contra una puerta cerrada a cal y canto. Países sinónimos, la patria no da la bienvenida al foráneo si no trae los bolsillos llenos.
Yoav congenia con la pareja que le salvó la vida. En su primera noche parisina le robaron todo, ambos le ayudaron, y sienten atracción hacia el recién llegado. El triángulo basado en la atracción sexual e intelectual hará aguas. Yoah necesita encontrar su lugar y su identidad, el joven oculta en su interior furia, sed, desazón.
La cámara agitada, en constante movimiento le sigue, el forastero lee en voz las palabras de un diccionario de bolsillo para aprender el idioma, pronuncia los vocablos con acento judío, el extranjero quiere conocer, escribir, vivir otra vida, olvidarse de sí mismo.
Raúl Gallego
A partir de experiencias propias, Nadav Lapid, con la ayuda inestimable de su padre Haim, confecciona una travesía sobre la identidad y la integración en otra cultura; un apasionante viaje autorreferencial y Godardiano, que transita la alta cultura francesa. Israelí de nacimiento, Francés de necesidad.
Vueltas incompletas desde un inicio impactante de desnudez y fragilidad, a un paso de acogida generosa, le sigue otro de imprudencia, la temeridad de la juventud, la supervivencia minuciosa como lucha diaria. Una huida hacia adelante, el diccionario de sinónimos siempre en el bolsillo y la calle como escuela permanente. Historias vividas y cedidas, amores y amistades de puertas cerradas y paranoias atávicas. El lenguaje une y aísla al mismo tiempo. Poco o nada hay, si renuncias a tu origen, a tu lengua, a tu identidad, por más sinónimos que utilices para describir lo que nunca podrás ser.
Francia te acoge y te arropa, también te abandona, los himnos y los lemas son vacuidad si se olvidan de las personas. Identidad: Afinidad, unidad, igualdad, equivalencia, semejanza, analogía, coincidencia, sinonimia, exactitud, similitud, personalidad, filiación, identificación...huida constante hacia sí mismo.
Gervasio Navío Flores.
Dios ha vuelto, viene de Israel, porque ha huido, a la nueva Francia. Está perdido y viene a echarlos del Templo, de la música, que tocan repetidos, uniformes. Sin gracia ni pantalla.
Acaricia nuestras mejillas su mano desnuda y bella.
José Miguel Moreno
El Traidor
Marco Bellocchio
Sección Oficial
Marco Bellocchio descose hilo a hilo la Cosa Nostra, con un excepcional actor, Pierfranceso Favino, para encarnar al traidor. Al soldado que desmontó a la organización desde dentro, cuando ellos se quedaron sin líneas rojas que traspasar, cuando ellos traicionaron lo que no se puede traicionar. Hombres y Sueños te han hecho traición, la hermandad a la que juraste fidelidad eterna (se entra pero ya nunca más se sale), los hermanos por los que mataste y por los que vertiste tu sangre…..se han convertido en bestias insaciables, sin honor, sin moral, sin valores. Tommaso Buscetta ya ha perdido demasiado, su idílico exilio en Brasil se interrumpe con noticias de muerte y horror desde casa. La decisión está tomada, el juez Giovanni Falcone será su compañero, su apoyo en la demolición de su propia casa. Extraordinario el personaje de Buscetta, es difícil dar vida a tipos reales sin caer en exageraciones e histrionismos. Favino contiene las riendas del potro salvaje y compone un protagonista legendario. Un tipo elegante, parco, maduro, atormentado hasta la nausea por la incapacidad de proteger a su familia. La culpa, siempre la culpa y el inmenso vacío se dan la mano con la traición.
Bellocchio realiza un trabajo descomunal para contar la historia, para desmontar la imagen romántica de los mafiosos italianos y mostrar a las personas, al individuo que convive con la muerte, que huye sin cesar de su destino. El padrino es un hito del cine, una obra extraordinaria, inabarcable e incomparable, El Traidor es un complemento perfecto para entender y horrorizarse de la Cosa Nostra. En un metraje de 145 minutos desgrana cada vivencia de Buscetta, con el circo y la hipérbole italianas, en esos juicios que no creeríamos si no hubiesen pasado de verdad. Con los excesos de odio y sangre, con las corrupciones asentadas, con los miedos ancestrales de un pueblo que siempre ha convivido con el mal, con las miradas frías y torvas de Salvatore Riina….el verdadero Padrino.
Falcone logró llevar a centenares de integrantes de la Cosa Nostra al banquillo de los acusados, en los famosos Macro-Juicios de los noventa, hasta que se topó con las más altas instancias del estado… Bellocchio nos enseña a un Andreotti envejecido que no habla pero lo dice todo con la mirada. Por el camino queda un ciclo de violencia e impunidad, de familias destruidas por el veneno que enriquece a unos pocos, Una explosión en la autovía de Palermo acabó con Giovanni Falcone, con la persona, pero no pudo hacer volar sus ideales, su trabajo. Solo se compra a quien se vende, ese es el verdadero traidor, el que se traiciona a sí mismo.
Gervasio Navío Flores.
Son los años 80 en Sicilia. Se juega el Mundial de España y la brisa corre en Palermo, la fiesta familiar del inicio recuerda inevitablemente las de la trilogía de Coppola.
Magnífica la tensión de miradas y reproches en el juicio, el careo entre Buscetta y Pippo Calò, antes amigo y ahora asesino de su hijo. El juez se desgañita y los acusados, encerrados en jaulas como bestias, lanzan improperios y maldicen a través de las pantallas de televisor. Totò Riina, degenerado jefe de jefes de los Corleonesi, saldrá absuelto en primera instancia. Tommaso Buscetta, jefe de la antigua Cosa Nostra, el traidor, el hombre que no temía a la muerte, pero tampoco quería dejar este mundo. Formidable el actor Pierfrancesco Favino, Buscetta sufrirá los rigores de la justicia cuando sea descubierto en su huída a Rio de Janeiro, tras sufrir vejaciones y torturas por la policía brasileña es extraditado a Italia, decidirá colaborar con el juez Falcone, delatar a los asesinos de sus hijos y a todos los demás, y de este modo romper el juramento de la institución mafiosa. Buscetta, hombre de honor, superviviente entre dos fuegos enemigos, la Mafia y el Estado. Falcone y tantos otros no tendrán la misma suerte. El controvertido democristiano Giulio Andreotti, retratado con fuerza por Sorrentino en Il Divo, lo vemos endeble ante su poder, en paños menores en sastrería, quedará libre de cargos en la segunda causa, ya en los 90.
El maestro Bellocchio, que lleva realizando buen cine desde aquella cruel sátira sobre la burguesía rural italiana, Las manos en los bolsillos (1965), ofrece un film honesto, brillante, contado con rigor y perfecto dominio de los recursos cinematográficos.
Raúl Gallego
Mira a cámara, a mí mismo, esperando encontrar una respuesta revolucionaria, que invierta los términos. El Padrino es una ensoñación caballeresca de los mafiosos. Ésta no. Esto nos toca las manos, nos acaricia, mirando por encima, casi en un abrazo.
La grandeza de Buster Keaton cuando mira alucinado, la de Chaplin, callado y triunfal. Ante el lenguaje capcioso, cruento lenguaje, mordaza y tabique.
Él más honorable señala con el dedo a los demás, y no podemos negarlo. Denunciar lo que vemos, es la obligación. Película moderna y clásica a la vez. Pasó todo, y así lo sentí, y no lo niego, Bellocchio dice que nosotros tampoco lo neguemos.
José Miguel Moreno
Technoboss
João Nicolau
Sección Oficial
A poco tiempo de la jubilación los días de trabajo no se hacen más cortos, Luís Rovisco, ciudadano común, divorciado, cínico, en paz consigo mismo, vive con su gato Napoleón, y trabaja como director de ventas en una empresa de sistemas integrados de seguridad. Cuando menos se lo espera, en uno de sus viajes para comerciar con los nuevos métodos de controles de seguridad. Otro hotel, otra recepcionista, sin embargo ésta tendrá algo más que decirle aparte de darle las llaves de su habitación.
Musical tan excéntrico y absurdo como la vida, Nicolau encadena situaciones de esperpento,
viajes en coche y citas repetidas, la música suena y Luis nos mira con cara de póker y comienza a cantar, despreocupado, ¿de qué sirve atribularse cuándo está ya todo el pescado vendido? . O casi todo, aún puede morirse Napoléon, y un pez en su pecera no es lo mismo, su gato se alegraba al verlo al volver del trabajo. Un pez no es lo mismo, un pez no tiene memoria. Napoleón se lo hubiera zampado de un bocado. Y hay que levantarse, un día más suena la alarma, y seguir alegre, cruzar el Guadiana e irse a Sevilla, al ritmo de las Ketchup, gambas, y mucha cerveza.
La barrera del aparcamiento sube y baja sin parar, otra vez se estropeó. Siempre puede haber suerte, alguien que ayude a solucionar los problemas de las nuevas tecnologías. Una compañera, la llave de paso, y seguir haciendo kilómetros, cantando canciones, mientras el cuerpo aguante.
Un tour de force de alguien que no tiene nada que perder, la resistencia del héroe cotidiano.
Raúl Gallego
Gran premio del jurado a una revisión en tono, forma, y ritmo, que el director niega, de El Marido de la Peluquera (Patrice Leconte). Sinuosa, de movilización interna, distinta. Un hombre ante el reto maduro de entenderse sólo, quizás, con una amante que esquive soluciones digitales y caducas. Los mando ya no funcionan, no pueden, pues el asidero no tiene agarraderas, ni nadie que las pretenda; y cae en desuso final de tiempo. Es hora nuestra, del hombre, que no escribe garabatos repetidos de impaciencia. Mirar, no poner en duda, sino ser como una soltera que esconde sus ojos brillantes y viejos. Así, este ser destroza la ingenua y muy intencionada agresión de la norma.
José Miguel Moreno
La Gomera
Corneliu Porumbiou
Sección Oficial
Policías corruptos en un mundo corrupto, una organización criminal que recurre a un viejo lenguaje para sus oscuras acciones. Entre el funcionario cansado y los implacables gánsteres transita la historia de siempre, una mujer irrumpe en tu vida y tiemblan hasta los cimientos.
Corneliu Porumboiu rinde homenajes explícitos a Ford, a Hitchcock, al cine Negro, con el perfume de Jarmusch, con la atmósfera de los Cohen, con una Femme Fatale de infarto y el paisaje volcánico y Atlante de La Gomera, de fondo. Un silbido para contar lo que no se puede decir, que casi siempre son dos palabras, las dos únicas palabras que merecen la pena.
El policía recibe su tajada de un país podrido, transita los dos mundos, para encarar dignamente la vejez hay que tratar con tipos siniestros, colchones llenos de dinero sucio, y estar alerta, siempre hay alguien vigilando, observando; mientras, suena Tchaikovsky en la lejanía.
Rumanía y España, pasando previamente por La Gomera, silbidos que cuentan una historia, una llamada desde el silencio de la montaña, una respuesta...sin palabras.
Gervasio Navío Flores
Dios existe, su nombre es Petrunya
Teona Strugar Mitevska
Sección Oficial
Epifanía, momento sagrado, e injusto. Venía caído y lo cogió por necesidad; alma solícita y abierta por el punzón contestable de la madre muerta.
Epifanía, y se molesta a miles. Pelea. Demuestra su casta elocuente y burda, por quien contestar. Como un salmo bíblico: Yo, Señor.
Epifanía. Vuelta a casa muy llena, o no vacía. Descubre los cables y devuelve el hurto, otro año, otra cosa. Ustedes van, vuelvo a casa.
José Miguel Moreno
La búsqueda de nuestra identidad lo es todo. Esta sociedad de hoy en día, aparentemente igualitaria, donde las mujeres deberían ocupar su lugar, sin discriminaciones, ni prejuicios, no es tal, sabemos muy bien que se sigue resistiendo al progreso. No hay que ir muy lejos para comprobarlo, aquí al lado, en esta Europa nuestra, entre las sotanas de todas las religiones, en los hemiciclos de todos los parlamentos, en los despachos de todas las empresas, en las calles de todas nuestras ciudades, sigue oliendo a rancio, a arrogancia, a podrido, a estupidez, a machismo.
Teona Strugar Mitevska desarrolla esta denuncia partiendo de una anécdota real. En un pueblecito de Macedonia, todos los años un sacerdote de alto rango eclesiástico lanza una cruz al río, se dice que aquel que la encuentre tendrá para siempre prosperidad y buena suerte en la vida. No se delimita el género, pero se sobreentiende que sólo los hombres pueden participar en tal evento, sin embargo, este año será una chica la que consiga la preciada cruz. El lío esta montado, la turba de testosterona pondrá el grito en el cielo por la afrenta, menos mal que alguien ha grabado la hazaña con su móvil y la noticia se ha hecho viral.
Una mujer, una chica, de treinta tantos años, viviendo todavía en casa de sus padres. Ella es la autora del sacrilegio, se llama Petrunya. Es licenciada en historia, nunca ha trabajado, esta gordita, es inteligente y ya no soporta mas humillaciones ni más putadas, está a punto de explotar. Su madre no ayuda en absoluto, una madre protectora y cruel al tiempo, la enésima entrevista de trabajo, para un payaso acosador, un déspota que sólo quiere una secretaría a la que meter mano o una costurera gorda y fea, es la gota que colma el vaso, Petrunya estalla. De regreso a casa salta al agua sin saber muy bien por qué y gana, por una vez en su perra vida, gana; agarra la cruz entre una caterva de Neandertales que sólo saben presumir de testículos.
La historia continúa con la fuga de Petrunya, entre la confusión y el shock del momento, la chica se ha llevado la cruz sagrada, los prebostes de la comunidad, sacerdote y comisario incluido, colocan la búsqueda de la cruz y la detención de la chica como asunto de estado; entre medias, veremos los distintos roles femeninos en esa sociedad. La madre, las chicas jóvenes, las mujeres maduras, la periodista sensacionalista que cubre la noticia, la propia Petrunya, que se convierte en un símbolo sin quererlo.
La rabia la hizo saltar, la rabia por el papel que la sociedad le otorga y que ella se niega a seguir; la sin razón y la violencia vendrá después, las cuentas pendientes con su madre, también. Hermosa alegoría con la figura de Cristo. Nadie comprende a Petrunya, sólo un agente de la policía, un chico sencillo, el único que no le pregunta por qué, ni que le pide la maldita cruz, ni que la acosa, ni la interroga, ni la amenaza, la que la trata tal cual es, una mujer. Petrunya soltará la Cruz al brillarle los ojos, ya no la necesita, se ha reafirmado, no tiene que pedir excusas por existir, ni mendigar un trabajo de mierda, ella es Petrunya, si Dios existe, lleva su nombre.
Gervasio Navío Flores.
Tommaso
Abel Ferrara
Sección Oficial
Tommaso, Willem Dafoe, su rostro angulado da forma a los demonios del propio Abel Ferrara. En otra de sus tantas indagaciones sobre la adicción, las obsesiones ya expuestas en su filmografía anterior. La lucha diaria, las última tentaciones de un director afincado en Roma que busca la senda a seguir, atrás quedaron las juergas, el crack, la heroína. En el presente el yoga como salvación, la meditación budista y la respiración abdominal ayudan, las terapias de grupo con otros alcohólicos hermanadospor la experiencia.
Tommaso, alter ego de Ferrara, vive en Roma, con una mujer demasiado joven quizá, y su hija de tres años, Todo tiene un precio. Desde el nacimiento de la niña un progresivo alejamiento en la pareja tiene lugar.
Tintes autobiográficos en un film de culto, de hecho la niña es la propia hija del director. Los gritos del pasado interrumpen en mitad de la madrugada, la botella es veneno. Tommaso sigue intentando crear su proyecto inacabado, como el de Fellini en su Ocho y Medio. El artista y sus ensoñaciones, también la realidad, donde todo puede derrumbarse como un castillo de naipes en cualquier momento. La pequeña cruza la carretera y la atropella un camión, al segundo siguiente no ha ocurrido. El oso herido de muerte se abalanza contra uno cada día, cada hora, cada segundo. Ante la crisis creativa y vital sólo queda buscar la propia dignidad, no tener miedo, no depender de nadie.
Pasolini dijo que la independencia, que es la fuerza, implica la soledad, que es la debilidad. Hay que abrazarse a sí mismo si es preciso.
Raúl Gallego
Neurosis, miedos, traumas, adicciones...viejos demonios con los que lidiar, a los que exorcizar, a tumba abierta, con las entrañas palpitantes…..encima de la mesa. Una confesión desgarradora, terapéutica, una fusión entre Abel Ferrara y Willem Dafoe tan profunda, que no podemos distinguir entre ficción y realidad, entre experiencia y alucinación. Una búsqueda de redención imposible para el cineasta de la Culpa; un paseo por la vida del viejo director que trabaja, vive, sueña y se mortifica en la Roma de sus ancestros, en la Roma de hoy.
Sinceridad descarnada para paliar las cuitas vitales de Tommaso, sus días son intensos, buscar financiación para su nueva película, trabajar y trabajar sin descanso en el proyecto siguiente. Una esposa joven y hermosa, una niña de tres años (La familia real de Ferrara), un hombre maduro al final de un nuevo comienzo. Sus rutinas lo mantienen en el filo, donde debe estar: Clases magistrales y luminosas a alumnos y alumnas entregados (La Academia de las Musas de Guerin); reuniones de Alcohólicos Anónimos que sobrecogen por la brutalidad confesional que muestran, una intensidad y un tormento interior dignas del descomunal actor que es Willem Dafoe; Meditación budista para completar el día, una meditación que debe ser constante, como la redención de Abel Ferrara, ininterrumpida, 24 horas al día. Pesadillas recurrentes para expresar el miedo a perder lo que tienes, el intento de atrapar lo que no se puede coger con las manos. Los celos, el deseo, el pasado del que no se puede escapar, la libertad y el lugar individual de la pareja, el espejo que devuelve la inescrutable imagen de la vida que fluye hacia su final, hermosa manera de exponer su Fragilidad.
Entre los fantasmas cotidianos de Tommaso asistimos al fracaso de otra relación, de otro Matrimonio, a la crucifixión del Director, del Actor, de Abel Ferrara, de Willem Dafoe, de un mito que no deja de reinventarse, de amar y morir de cine.
Gervasio Navío Flores.
Atlantis
Valentyn Vasyanovych
Sección Oficial
Una cámara de visión térmica nos muestra el principio y el final de esta historia. Arrancamos con muerte y horror, una ejecución sumaria; Vida y Amor cierran el circulo, en medio, un páramo de escombros y destrucción. Las ruinas de una guerra, el dolor sordo de los que sobrevivieron, de los que segaron vidas y ahora no pueden conciliar el sueño.
Poética, enigmática e intimista la apuesta de Valentyn Vasyanovych, con una fotografía absolutamente excepcional, del propio director ucraniano. Consigue componer una abrumadora visión del hombre y sus actos de destrucción, derivas endógenas y exógenas de la maldita Guerra.
La guerra envenena el agua y corrompe el suelo, vuelve inhabitable la tierra; a los hombres, los sepulta en indignas fosas comunes, o los destruye desde dentro, los atormenta hasta que se arrojan al fuego primigenio, a las entrañas del horno, del horror. El cielo es frío y gris, el monstruo ensordece al propio infierno con sus rugidos, en sus tripas se fabrica Acero; Una aleación de hierro y carbono, que el fuego ha templado hasta convertirlo en indestructible y los hombres han corrompido hasta el marasmo. Cuando la fábrica se apaga, cuando el monstruo deja de gemir, cuando ya no es rentable el sudor de los obreros de ojos grises, la tierra se queja, las ruinas se tornan aún más siniestras.
Un lugar en el que sólo la maquinaria pesada es capaz de transitar, Sergey carga con su pasado a cada paso, después de la fábrica recurre a otro trabajo en soledad, llevar agua a los distantes puestos de soldados. Entre el barro y la lluvia conocerá a Katya, una idealista que exhuma fosas comunes. Entre las ruinas y el olvido de una tierra estéril, un puñado de voluntarios intenta dar sepultura digna a los cadáveres anónimos de una guerra fratricida, para que los muertos pueden despedirse de los vivos ¿Nos suena de algo, verdad?.
Asfixiante y cautivadora esta Atlantis, con planos de una conmoción visual y espiritual que llega a desconcertar; pausada y contemplativa para contar lo que nunca se dice. Asistimos a una autopsia completa de un cadáver semimomificado, recorremos con Sergey caminos de barro y soledad, pero también tiene momentos de una sensibilidad magnífica, un escena de amor dulce y pudorosa en la parte trasera de un camión de muertos, el contraste no deja indiferente. Lo que queda al final de las ruinas, del abandono, de la maquinaria pesada, de las fábricas cerradas, de los escombros de la propia guerra.....Es un nuevo comienzo, un mundo al que devolver lo que le quitamos, Katya y Sergey, los primeros habitantes de Atlantis.
Gervasio Navío Flores.
Liberté
Albert Serra
Sección Oficial
Único y escandaloso, Albert Serra vuelve a sorprender al personal con su poema sobre la noche. Una noche de lascivia y libertinaje en un bosque alemán durante el siglo XVIII. Un grupo de libertinos procedentes de la Corte de Luis XVI desea continuar sus sádicas aficiones en el destierro.
Serra, provocador como nadie, nos convierte en voyeurs, sentados en la butaca quedamos en nivel paralelo al gordinflón que mira furtivo entre los matorrales. La frustración del deseo más perverso y la imposibilidad del goce más abyecto.En la bacanal las concubinas reciben azotes encantadas, otros practican la lluvia dorada, el sexo entre duques, criadas y sirvientes más allá de cualquier consideración moral.
Como en toda su obra, Serra juega con el fuera de campo, con la confusión, con la performance abierta a lo espontáneo, en plano sostenido adivinamos los cuerpos sudorosos, los rostros demacrados, desde el interior de la calesa se escuchan los jadeos. Los gritos en la oscuridad se unen a los graznidos de pájaros, los chasquidos de ramas, el aire, la lluvia llega y acentúa la sensación hipnótica, la atracción de lo desconocido.
La literátura erótica de Sade y el Saló de Pasolini subyacen en el malditismo y la perversión. En el prólogo se narra el descuartizamiento de un infeliz que planeó el asesinato del rey Luis XV. Las palabras laceran más que los latigazos de los depravados, los adoradores de un Dios invertido se solazan en el abrazo desnudo de la oscuridad.
Raúl Gallego
Liberté es la obra de un autor, Albert Serra, un autor desatado, en pleno apogeo de libertad y provocación, de libertinaje creativo y cinematográfico. Genio para unos, el monarca de un albañal de performances insustanciales para otros. Lo que si está absolutamente claro es que Albert Sierra tiene voz propia, su cine incomoda, repele y atrae al mismo tiempo. En el pase al que asistí (con público “normal”), en los primeros diez minutos de proyección se iría casi un tercio de la sala, muchos “neófitos” que no sabían a lo que iban, se marcharon estupefactos ante el primer miembro viril que asoma en ese bosque nocturno, de pesadilla y erotismo mal sano. Yo, he de confesar que me pregunté: ¿Qué demonios hago viendo esto? Pero fui incapaz de moverme de mi asiento.
Tras los 132 minutos, un regusto agrio y sucio flota en el ambiente, no sólo Boccaccio y el Decamerón, también está Sade, Rabelais, Pierre de Brantôme, o el mismísimo Apollinaire.
Literatura erótica enferma, perversiones, adicciones inconfesables, parafilias, relaciones furtivas, desagradables y ponzoñosas…. Realidades intrínsecas a los hombres, por muy desagradables y repulsivas que sean, también forman parte de nosotros, negarlo es inútil.
Un bosque espectral es el escenario, cae la noche y se puebla de figuras acechantes, malsanas, aberrantes, que se manosean, miran, soban y comparten fluidos entre el sonido incesante de los grillos y la exención de las sombras. Libertinos expulsados de la corte de Luis XVI, Madame de Dumeval, el Conde de Tesis, el Duque de Wand, y sus lacayos, al encuentro del legendario Duque de Walchen. Francia, Italia y Alemania expandiendo el Libertinaje, las novicias de un Convento cercano, la prueba y el sentido de todo este mundo indecoroso.
Con la llegada del día se disipan las sombras y la impunidad de la noche se desvanece, poco a poco nos vamos acostumbrando de nuevo a la luz. Ese bosque lleno de espectros pierde su misterio, para mis pesadillas quedarán un ser aberrante, un muñón ensangrentando, una cara desfigurada que ríe mientras es objeto de vejaciones impronunciables; una crucifixión bañada en inmundicias; quedará una tormenta de desesperación y contradicciones que me acompañará durante mucho, mucho tiempo.... Necesito llegar a casa y tomar un ducha caliente después de esta experiencia, estoy exhausto.
Gervasio Navío Flores.
Solo, ahí va él.
Coños, pollas que no existen, con hembras sobrehumanas. Con una .mirada a lo Douglas Sirk, de espacio clásico y siniestro, veraz y verdad. Un maestro, un origen. Bello.
José Miguel Moreno
De repente, el paraíso
Elia Suleiman
Sección Oficial
Divertida e inteligente reflexión sobre el mundo entero en general y sobre Palestina en particular, con metáforas y parábolas tan brillantes como reveladoras.
Un palestino que ve y lleva a Palestina en y a todas partes, Elia Suleiman retrata su mundo tal cual es, irónico, ridículo, cruel, hermoso, contradictorio…. Se percibe en esta sucesión de viñetas filmadas, la sombra de Keaton y Anderson, Suleiman, impasible, como el legendario cara de palo, asiste inmutable a la percepción que el mundo tiene de Palestina, y la que el pueblo Palestino tiene del mundo. Buscando financiación para su película, el director visita Francia, captando su esencia, un país intrigante, vacío, erótico, absurdo; que se pierde en reglas espurias, solidario en lo superficial, indiferente en lo esencial.
Pasamos a Estados Unidos, quizás el mas episodio mas logrado, genial la visión de los americanos, cada uno con su respectiva arma de fuego, a cual más extravagante. Un pueblo violento por naturaleza, sin miramientos, pero pacato en lo tocante a la moral; un ángel desnudo por central Park reivindicando una causa es la prueba, con los polis correteando con una manta para tapar la impúdica desnudez, lo que se destapa una realidad palmaria. La visita a una productora americana nos regala un cameo fabuloso de Gael Garcia Bernal, para el enésimo despropósito de Hollywood al trasladar la Historia a la pantalla grande, claro está, amoldada a los cánones comerciales del cine estadounidense. Y Palestina, siempre Palestina, al inicio y al final, con sus gentes, sus recovecos, sus miserias y su grandeza, un conflicto que se retroalimenta. Especialmente hermosa es la metáfora de una mujer entre olivos, acarreando dos recipientes de agua, un sobre esfuerzo que grita y denuncia una verdad.
Reír y a la vez hacerte pensar no es fácil, Suleiman lo consigue. Al final siempre queda la alegría de la juventud, la estúpida solemnidad de las religiones, todas vacías; un huerto que regar, y el goce del alcohol y el tabaco. Normalmente damos un trago para olvidar, pero no es cierto; una verdad innegable. El Pueblo Palestino es tan extraño que bebe para recordar, o mejor dicho, para no olvidar quienes son. Yo también doy un trago por Palestina, no hay nada como el silencio para expresarlo......absolutamente todo.
Gervasio Navío Flores.
Gloria Mundi
Robert Guèdiguian
Sección Oficial
Salir de la cárcel, retornar a la urbe, conocer a la nueva criatura que viene al mundo, acudir a la supuesta llamada del amor de juventud, descubrir que en la comunidad se deben cumplir las reglas del juego, no hay segundas oportunidades. Ya no cabe la decepción porque sencillamente no hay expectativa. Daniel escribe haikus en su mente para poder seguir vivo, para no abandonar el barco. Sabe perfectamente que la habitación de la pensión sigue siendo una celda, la diferencia es que hay que pagar. Conoce al compañero actual de su ex-pareja, conductor de autobús, bastante más quemado que el Paterson de Jarmusch, recorre con él los barrios de Marsella.
Gloria Mundi, de Robert Guedigian, incluye en el reparto a su troupe habitual, intérpretes con talento, Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darrousin, Robinson Stévenin o Gerard Meylan. El realizador francés sigue en su línea de cine crítico con la precariedad y al mercantilismo posmoderno. Los trabajos basura. Limpiadoras contra el sindicato, conductores de Uber o dependientas en periodo de prueba. El neoliberalismo es eso, la pérdida de la humanidad, zancadillas, egoísmo y falsedad.
El último gesto de Daniel, un destello de honestidad entre tanta mezquindad. Él se marchará sin mirar atrás, los demás seguirán pisándose, chapoteando en el lodazal urbano.
Raúl Gallego
Un retrato social abrumador que expone una dura realidad, tan cercana que podemos sentirla, incluso olerla. Marsella y su gris urbe de supervivientes, la maltrecha clase trabajadora, explotados y explotándose unos a otros. Convertidos en rapiña, perros devorándose por las sobras que el señor deja caer de su mesa, de su edificio acristalado. Pobres comprando y vendiendo basura, infieles a la propia vida, al amor; mientras, la vida no se detiene, nacer y morir.
Un parto y un óbito, entre medias una lucha diaria, una perdida constante de dignidad, de derechos. A ese, a éste mundo, llega Gloria, sus padres son jóvenes e inconscientes, pero sus abuelos son de otra generación, dura, dura de verdad. Un mundo jodido para casi todos, nuestro mundo.
Robert Guèdiguian relata una historia llena de desmesura pero con un calado repleto de verdad, generaciones que dejan a sus hijos un mundo mas injusto, un trabajo mas precario, una realidad social de derrota, de manipulación, de...sumisión. Un viejo sale de la cárcel después de cumplir su condena, lo único que tiene, a lo que se aferra es al recuerdo; la alegría que supone una nieta es indescriptible, gracias al acto de generosidad de otro hombre, de otro preso, otro numero en una cárcel sin rejas. Un regalo que le permite cumplir con su deber, con la única obligación posible, ayudar y proteger a tu familia. La vida es un Haiku, un instante que llena la eternidad, tan efímero como hermoso, yo me atrevo a dejar el mío:
“Esta noche, el rocio,
borrará la divisa
de mi sombrero”.
Gloria, tu llanto y mi sacrificio son uno. Gloria Mundi.
Gervasio Navío Flores.
Juana de Arco
Bruno Dumont
Sección Oficial
Después de Dreyer y Bresson, Dumont se enfrenta a un nuevo filme sobre la Pucelle d´Orleans desde un enfoque completamente diferente, menos místico y más estético, cercano a los parámetros utilizados, en 1972, por Franco Zefirelli en su biografía de San Francisco de Asís: “Hermano sol, hermana luna”, es decir con hermosas canciones y suntuosos interiores, vemos que el mismo cliché sigue funcionando casi medio siglo después.
Está estructurada en tres grandes bloques. Una primera parte en exteriores, durante la guerra con los ingleses, en plena campaña militar de la joven Juana, obstinada y mística, donde resulta muy sorprendente la juventud de su protagonista, casi una niña. Nobles con armaduras o suntuosos rasos, abades de capelo y suntuosas colas de terciopelo púrpura o morado, contrastan con los arenales y las plantas silvestres del norte de Francia, alcanzando el climax en una bella y larga secuencia de una parada de la caballería, dirigida por la joven Juana. Una segunda parte, que transcurre en la catedral de Ruán, fotografiada con toda su imponente belleza en unos suntuosos interiores, mostrados en largos picados y solemnes panorámicas, mientras se celebra el juicio contra la santa con unos caricaturescos malos, pero elegantísimos religiosos que representan los distintos poderes de la iglesia. En la tercera parte se vuelve al exterior, a las cárceles inglesas en el campo, donde en una celda/colina, se encuentra recluida la joven esperando el veredicto final, custodiada por unos jóvenes soldados ingleses, ingenuos, que le resultan al espectador más simpáticos que los retorcidos miembros del tribunal.
La banda sonora, con unas canciones, hermosísimas, y la belleza del tratamiento de las imágenes, convierte al film en un espectáculo deslumbrante, a pesar de un cierto maniqueísmo moral, que subyace de fondo, sobre todo en la parte central.
Paco Vallecillo
Las miradas intensas y profundas de Lise Leplat son Juana de Arco. Extraordinarias miradas de una niña alucinada, mística o, simplemente loca. Todavía no es una mujer, es un alma virginal e inocente que está conectada con Dios. La particular visión de Bruno Dumont de este personaje mítico es muy especial, diferente a todas, se acerca al símbolo a través de la palabra, del recitado y la música. Teatro filmado al aire libre, una aproximación a Juana de Arco mediante los ojos de una niña, una guerrera que lleva a un País a la victoria y a la derrota, una niña acusada de herejía, una hoguera que todavía podemos contemplar.
Fascinante esta apuesta de Dumont, por lo visual y lo estilístico, apoyada en una voz angelical capaz de tocar las almas y conmover los corazones. Las escenas de interior en la impresionante Catedral de Ruan son espléndidas; asistimos a la solemnidad y frialdad de un proceso del que conocemos la sentencia de antemano. El contraste con el rostro de esta niña que no puede negar los susurros de Dios es, es simplemente apasionante.
En el juicio no sólo se juzga a una niña hereje, la pureza está en juego, la inocencia está en juego, la fe....está en juego. De nuevo los planos cenitales, las coreografías y la música nos llevan a estados superiores, experimentales, en la pira arde la voz de Dios en la tierra, el humo flota en la sala.
Gervasio Navío
Sobre lo infinito
Roy Andersson
Sección Oficial
Roy Anderson es un maestro absoluto, maestro de la existencia, absurda y perpleja existencia de los hombres. Su cine es una sucesión infinita de viñetas filmadas, tan profundas, tan reflexivas, tan cáusticas, tan satíricas, tan crueles, tan melancólicas, tan existenciales, tan reveladoras, tan emocionantes, tan alegóricas, tan mordaces, tan brillantes, tan simples…..que es inútil intentar describirlo, su cine hay que verlo. Verlo y disfrutarlo en silencio, como si fuera un trago de un viejo Whisky de Malta; hay que tomarlo acurrucado en un sofá, en penumbra, bien cómodo, a ser posible con el fuego encendido, dejando que el licor te embriague suave y lentamente, que adormezca tus sentidos y al tiempo, expanda y abra tu mente, eso, sencillamente eso, es Roy Anderson, un lingotazo abrasador de cine y vida.
Sobre lo Infinito es otra muesca en la filmografía de Anderson, instantes de vida cotidiana que la cámara recoge, una cámara fija y curiosa, profunda. Instantes tan nimios y sencillos que cada una de esas simples historias lleva dentro un océano de emociones, de vidas. A saber: Remordimientos, miedos, pulsiones, temblores existencias de pura melancolía nórdica, episodios que nos relatan y retratan en nuestra simple e inabarcable levedad.
El amor sobrevuela los cielos; la fe atormenta cuando se esfuma; el médico se rebela contra el paciente; el temeroso duerme con el dinero bajo el colchón; el camarero, cansado de ser ignorado, vierte el vino en el mantel del seboso cliente; el desconsolado llora en el autobús, en vez de guardar su tristeza en casa; la fila infinita de soldados vencidos, es contemplada por sus camaradas; la espera de un segundo en una estación de tren, es insoportable; los remordimientos por el daño causado te acosarán en la vejez……
Un maestro en instantes maestros, no hay principio ni final, es.....Infinito.
Gervasio Navío Flores.
Longa Noite
Eloy Enciso
Sección Oficial
Galicia lleva viviendo una larga noche desde hace demasiado tiempo, desde siempre. Eloy Enciso atrapa el pasado inmediato y lo trae a nuestros ojos, en la penumbra de una Larga Noche emocional. Un tránsito hacia el pueblo del que salimos, un regreso a lo mas profundo del bosque, un ensayo visualmente imponente, que pone voz a los que se quedaron por el camino. A los que sólo viven en las cartas amarillentas, en los fríos sumarios, en los ajados archivos de las cárceles, en la memoria de los que no quieren, de los que no pueden olvidar. Aunque esta Larga Noche nos hipnotice y nos engulla a todos, su historia, nuestra historia, merece ser rememorada, merece ser sobre-expuesta a la luz.
El Franquismo fue una larga noche para España, sigue siendo una larga noche, porque sus sombras aun ocultan el sol, porque sus silencios aun habitan las brumas gallegas. Unos textos preclaros de Max Aub, Alfonso sastre, Luis Seoane, enlazados con testimonios manuscritos de víctimas reales y el influjo perpetuo del matrimonio Straub, sirven a Enciso para reivindicar el pasado. Para iniciar la revolución a través de la memoria y el reconocimiento, el discurso oficial se quiebra y las experiencias personales afloran. Palabras interiorizadas por actores no profesionales, por rostros gallegos que transitan desde el día hacia la noche en la eterna vigilia del recuerdo, del regreso. Imágenes y pensamientos hablados que nos guían por la oscuridad, en una ensayo excepcional sobre lo que fuimos y lo que somos.
Un bosque de estrellas y espectros, tan bello que duele, el pasado tiene nombres y apellidos, tiene verdades y denuncias, tiene muertos que siguen en la orilla del Aqueronte, junto al barquero, esperando las monedas suficientes para pagar el viaje, para cruzar al otro lado.
No olvidemos nuestra Longa Noite, sí, en plural, porque es nuestra también. Siempre llevo en mi bolsillo un par de óbolos para Caronte, no puedo esperar toda la eternidad para encontrarme contigo, sé por tu carta que estás aguardando mi llegada.
Gervasio Navío Flores.
Los encuadres estáticos, las tomas largas en una noche tranquila, a lo lejos se oyen las letanías de los vagabundos. Las cartas de presos leídas en off, enlazadas con textos inspiradores de Max Aub, Luís Seoane y Ramón de Valenzuela. La certeza de que el miedo al dolor en el cuerpo, de las costillas rotas, no es mayor que el miedo al propio miedo. Vivir siempre con el miedo que atenaza en la humedad de la celda. El frío callado de las guerras, los clientes de los bares rancios juegan a los naipes y ensalzan al Caudillo, los hombres del Movimiento van a bastos, y están convencidos de que ganarían otra vez, siempre protegidos por la espada del timonel de la dulce sonrisa.
Anxo regresa a su pueblo en un zona rural de Galicia. Eloy Enciso pone a su servicio los tapetes viejos de los perdedores, voces de mujeres y hombres susurran lamentos de otro tiempo, el nuestro.
Los musgos, los acebos, los espinos y las aguas cristalinas del paísaje gallego siguen imperturbables.
Los mugidos de la bestia parecen presentir su destino, aún así, sumisa y consciente, camina lentamente hasta salir del plano.
Raúl Gallego
Little Joe
Jessica Hausner
Sección Oficial
Hay que ser felices, la sociedad de hoy en día lo exige, incluso lo puede recetar. Lo puedes conseguir con psicofármacos, con manipulación genética, lo podemos comprar. Una planta que segrega Serotonina, actuando directamente sobre el sistema límbico, es la solución.
Una brillante criadora de plantas de una gran corporación ha desarrollado dicha flor, se llama Alice; es madre soltera, su trabajo es su vida, cena todas las noches comida precocinada con su hijo adolescente, Joe, no hay tiempo para nada más, por cierto, la planta se llama Little Joe. Incumpliendo los protocolos de seguridad se la ha llevado a casa, su hijo cuidará de ella, solo necesita cariño y atención, un poco de amor, a cambio te dará felicidad en forma de polen, felicidad.
Asusta e inquieta esta historia, la directora Jessica Hausner construye una parábola acertadísima de otro de los males que azota nuestra sociedad. Una película fría, con una estética aséptica, muy enigmática, colores ocres, fríos, es inevitable no pensar en La Invasión de los Ultracuerpos, la versión de Philip Kaufman, sobre todo; pero Little Joe impresiona no por lo que cuenta, sino por lo que insinúa.
La ironía y el cinismo con el que retrata las relaciones familiares, sociales, laborales, los limites de la experimentación genética, la amenaza constante de los estigmas sociales… Hay muchas hipocresías destapadas en Little Joe, montones de preguntas se agolpan en la cabeza cuando la película termina:
¿Fingimos ser nosotros mismos? ¿La Felicidad es implementada? ¿Gastamos nuestro tiempo, finito y medible, cuidando y atendiendo “cosas” inservibles? ¿Nos alejamos de las personas porque es más cómodo ocuparse de uno mismo? ¿Nos hemos olvidado de amar…?
Estas son algunas de mis preguntas. ¿Cuáles son las tuyas?
Gervasio Navío Flores.
El silencio del pantano
Marc Vigil
Sección Oficial Fuera de Competición
“La legión de las anguilas está allí, esperando a que aparezcan los verdaderos dueños del pantano,
la única especie que no necesita abonos, ni labranzas,
ni riegos para su sustento y crecimiento: las cañas. Altas y duras, pero vacías por dentro
y con sus rizomas hundidos entre la podredumbre.
Ellas son las verdaderas señoras de la marisma y, por tanto, también de la ciudad. Abajo en el fango,
el rizoma está intacto y aunque una caña termine partida,
nuevos brotes que gritan en verde asoman entre las inmundicias del suelo encharcado donde culebrean las anguilas”.
La putrefacción no se ve en la superficie, y nunca podrá ser erradicada, tal como escribe Juanjo Braulio en su descripción del cañaveral valenciano. En este entretenido thriller, dirigido por el especialista en series de TV, Marc Vigil, basado en la exitosa obra de Braulio se teje en torno a una historia inquietante, con Pedro Alonso muy metido en el protagonista del escritor de novela negra, y frío criminal de sus propios relatos. Ambientada en la Valencia herida por la corrupción, con un ritmo interesante y un montaje equilibrado.
Los personajes carecen de escrúpulos y se relacionan en redes tejidas sobre las ansias de poder. Por debajo de esa sociedad de traficantes de droga, políticos corruptos, o funcionarios grises subyace el pantano sobre el que se levanta la ciudad. El lodo negro, el fango que alimenta los trapicheos entre ricos y pobres. Las localizaciones se mueven entre los barrios bajos de la ciudad, la universidad, y la albufera.
Carmina Barrios, Roberto Fresneda o José Ángel Egido destacan en el reparto, la primera es la matriarca del clan gitano, Fresneda, el sicario chapucero que ajusta las cuentas, y Egido el profesor universario de economía, antiguo exConseller con diferentes causas de corrupción a sus espaldas. Todos tan reales como la vida misma.
Raúl Gallego.
Tijuana Bible
Jean-Charles Hue
Las Nuevas Olas
Un ex-marine deambula solitario por las callejuelas de Tijuana. El pinche gringo, veterano en Irak, ahora malvive, se dedica a matar perros callejeros y los entrega en restaurantes que ofertan gato por liebre, con el dinero que consigue puede consumir cristal, fumar crack en una pipa de vidrio.
En su tercer film, el cineasta francés Jean-Charles Hue nos sumerge en el infierno mexicano, en ésta su primera ficción en la ciudad fronteriza, dominada por los narcos.
El soldado encuentra a una mexicana en busca de su hermano desaparecido, también marine
y deportado por los Estados Unidos, así se lo agradece el país por el que luchó. El narco más temido de la zona no va a aceptar que el gringo meta las narices en sus trapicheos. Es como el gato que huye de la paliza, sucio de sangre y mugre, con un ojo fuera de la órbita, y aún así continua caminando, quizá se mira a sí mismo.
Viaje lisérgico y sin retorno a la cueva , rodada con actors profesionales, el protagonista es
Paul Anderson (‘71 , El Renacido, Brimstone. La hija del predicador) y la actriz mexicana Adriana Paz (Las horas muertas, La Tirisia), algo forzada en algunos momentos del metraje ,
y otros escogidos son vecinos de la Zona Norte de Tijuana, amigos del director, es el caso de la curandera y prostitutaque salva la vida de Nick. Este realismo enorme en personajes que se interpretan a sí mismos y el estilo documental aportan veracidad a la dureza expositiva del film.
Raúl Gallego
A Russian Youth
Alexander Zolotukhin
El soldado encuentra a una mexicana en busca de su hermano desaparecido, también marine
y deportado por los Estados Unidos, así se lo agradece el país por el que luchó. El narco más temido de la zona no va a aceptar que el gringo meta las narices en sus trapicheos. Es como el gato que huye de la paliza, sucio de sangre y mugre, con un ojo fuera de la órbita, y aún así continua caminando, quizá se mira a sí mismo.
Viaje lisérgico y sin retorno a la cueva , rodada con actors profesionales, el protagonista es
Paul Anderson (‘71 , El Renacido, Brimstone. La hija del predicador) y la actriz mexicana Adriana Paz (Las horas muertas, La Tirisia), algo forzada en algunos momentos del metraje ,
y otros escogidos son vecinos de la Zona Norte de Tijuana, amigos del director, es el caso de la curandera y prostitutaque salva la vida de Nick. Este realismo enorme en personajes que se interpretan a sí mismos y el estilo documental aportan veracidad a la dureza expositiva del film.
Raúl Gallego
A Russian Youth
Las Nuevas Olas
Alexander Zolotukhin dirige una obra impactante, en lo visual y en el uso del sonido, en lo humano y en lo cinematográfico. Una Juventud Rusa pone banda sonora a otra que ya no es mas que un recuerdo amarillento, un fotograma coloreado, el eco de un joven soldado. Una Juventud Rusa pierde de golpe, la inocencia, la vista, la dignidad…Mientras, otros jóvenes rusos intentan aportar sentido musical a las imágenes. Sentido y Emoción como banda sonora de unas imágenes que nos llevan a las trincheras de la 1ª Guerra Mundial, al barro, al Gas, a las ametralladoras, al fin de la guerra convencional y al principio de la barbarie.
Los Oficiales y los soldados rasos se distinguen en seguida, por cómo se mueven, por lo que comen, por la sangre que emana de sus heridas, por lo cerca o lejos que están del barro, de los piojos, de los obuses…del peligro. Un bisoño soldado toma contacto con la guerra de inmediato, el silbido de las balas, la tierra que escupe y gruñe de dolor por los impactos, las caras, las lagrimas, los disparos…. luego llega el silencio, un grito ahogado de advertencia:
“GAS, es GAS, poneos las máscaras… cubríos los ojos…
GAS, es GAS”.
La noche llega de golpe, la oscuridad, y de nuevo, como un renacimiento tras ser sepultado, aparece el día, pero ya no hay Luz. El joven soldado no se protegió bien los ojos aunque siguió las enseñanzas del campamento, ahora está ciego, no sirve, no sirve para nada, aunque él no quiere abandonar, no quiere fracasar. Un lazarillo para el soldado, una relación de protección y comprensión, de independencia y dignidad; la forja de una amistad, como debe ser, en condiciones adversas.
Ahora que no puede ver, quizá si nos sirva para oír, para dar la alarma cuando se acerquen los aviones alemanes. Nos topamos con una tecnología obsoleta, el primer radar analógico, el Topophone, una versión mejorada del diseño del profesor Mayer. Dos grandes tubas en forma de embudo que apuntan al cielo, si centras la mente escucharas el zumbido de los aviones enemigos, puedes salvar muchas vidas, puede ser útil, soldado.
Con un tratamiento exquisito, parece que estemos viendo imágenes de archivo coloreadas, Zolotukhin nos cuenta una historia de amistad, de superación, de dolor también, de memoria y olvido. Un diálogo entre música e imágenes, como todo, al final, solo queda muerte y vida, sólo quedan un par de camaradas, un par de amigos, Alexey y Nazarka apoyados el uno en el otro.
Gervasio Navío
Take me somewhere nice
Ena Sendijarevic
Las Nuevas Olas
Llévame a un lugar agradable. Road movie sobre una adolescente en busca de sus raíces, criada en Holanda, viaja a Sarajevo a visitar a un padre enfermo que no ha visto en su vida.
Situaciones cómicas, otras inverosímiles, desparpajo, aventura, y frescura en las formas
del primer largo de Ena Sendijarević. La curiosidad y el enigma de una Bosnia agreste y pintoresca que recorre entre conversaciones telefónicas con su madre, encuentros inesperados, y devaneos sexuales con el amigo de su primo. La joven asegura odiar Holanda porque la gente es fría. La identidad de nuevo, el este y el oeste, tan lejos y tan cerca. Con influencias de Rainer Werner Fassbinder, Bresson, Wenders o Agnès Varda. Colorista fotografia de esmalte pastel, encuadres rebuscados para establecer las distancias y buscar la reflexión, utilización del tiempo y el espacio
como coordenadas esenciales y pensadas de antemano. Destila cierta belleza el vuelo de un vestido azul, lo único salvado de una maleta cerrada a cal y canto. La pérdida siempre da lugar nuevas peripecias.
Lo más excesivo el final del viaje, del dolor al placer hay un paso, aunque la secuencia desfase hasta el derrape alucinado. Según parece, el mundo se divide en dos tipos de hombres, los violentos y los obsesos sexuales.
Raúl Gallego
Jean-François Laguionie, Xavier Picard
Las Nuevas Olas
Extremamente sensible y reflexiva, esta obra de animación, moldeada a cuatro manos entre el magnifico ilustrador francés Jean-François Laguionie y su compatriota el director Xavier Picard. Una mirada al interior de los hombres, a la forja de una civilización, un ensayo sobre el miedo al otro, al extranjero, al diferente. Simios somos, de ellos venimos, en comunión y respeto con la naturaleza, de ellos debemos aprender.
Laguionie y Picard confrontan sociedades, especulan sobre las edades del hombre a través de la historia de un viejo Principe que acaba al otro lado del océano, en otro país, la misma tierra, la misma especie, pero con mentalidades y tiempos diferentes. Un niño y un viejo se dan la mano, comparten un lenguaje arcaico, comparten curiosidades y comparten sueños de libertad. Los científicos, los filósofos, los operarios, la gente común, el Siglo XIX y el XX quedan expuestos en esta tierra de simios, una tierra en eterna evolución. Deliciosa y cautivadora esta historia, con una pizca de melancolía y romanticismo. Yo también sueño con volar en un avión de papel y aprehender la vida en todo su esplendor, los pájaros acompañaran mi viaje, también lo contarán, son unos cotillas, lo cuentan todo.
Gervasio Navío Flores.
State Funeral
Sergei Loznitsa
Las Nuevas Olas No Ficción
Sergei Loznitsa golpea en lo mas profundo con este inmenso trabajo documental sobre uno de los mayores genocidas del Siglo XX, de toda la Humanidad.Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Iósif Stalin. Presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética, Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética, Comisario del Pueblo de Defensa de la Unión Soviética, Generalísimo de la U.R.S.S, apodado Коба y Uncle Joe, el hombre hecho de Acero. (6-12-1878-–5-3-1953). Loznitsa escarba en los archivos nacionales y con material inédito, nos proporciona un documento fascinante sobre los cuatros días que precedieron al funeral de Joseph Stalin. Mezclando algunas imágenes en color con el blanco y negro, sin apenas sonido, sólo una leve banda sonora, el director monta este soberbio trabajo apoyado en un silencio sobrecogedor. Silencio que acompaña a las imágenes del funeral del Georgiano, al delirio por el líder caído, a la figura y al rostro, siempre omnipresente en un país colosal, un país sometido a un loco.
Sobrecogen e impactan al verlas con los ojos de hoy, sabiendo lo que el mundo sabe hoy del monstruo. Impresionan sobremanera los rostros, porque la imágenes se centran en los rostros de miles y miles de personas que pasan delante del féretro del Presidente Muerto. Soldados, soldados y mas soldados, militares y jerarcas políticos rinden su último “homenaje” a Stalin. Se siente el miedo, el miedo atroz. Hay pocas palabra para describir esa sensación, quizás porque nosotros la hemos vivido, el funeral de Franco, no fue muy diferente, nuestro pasado duele y el dolor se refleja en los rostros anónimos del pueblo ruso.
Filas interminables ante el Kremlin, la nieve y el frío inmisericorde, el temor latiendo entre los pasos, entre las lágrimas de la multitud. Soldados en dos filas protegen el salón principal, las coronas de flores y las banderas protegen al severo Stalin, parece que aún nos observa. Los mandatarios llegan al aeropuerto, sigue la nieve; militares, soldados, colas, y filas, niños que son alzados par dar el ultimo vistazo, para inmortalizar el instante. Es inevitable no fijarse en el pueblo llano, en las manos de los obreros, manos agrietadas, con la gorra sucia y retorcida entre ellas, otro golpe que duele por lo cercano. Un pueblo adoctrinado y sometido, las concentraciones ante los altavoces de las fábricas y los partes médicos también nos traen momentos reconocibles y dolorosos a la memoria. Apabullantes las imágenes rescatadas por Loznitsa.
El tramo final con el traslado del féretro al mausoleo de Lenin es impresionante. Pocos años después, en 1961, fue exhumado y trasladado a la muralla, cuando el estado se “desestalinizó” y se reconocieron parcialmente los crímenes del Tirano. Siguen resonando los discursos al pie del Mausoleo, con Malenkov, Jrushchov, Bulganin y Beria, el torturador favorito de Stalin, su última víctima, acabó con él, aún después de muerto, la purga final. Rostros y flores que el tiempo ha marchitado o destruido, pero que no debemos olvidar. Fríos datos aparecen en la pantalla cuando las imágenes se apagan. Las cifras de sus víctimas siguen sin estar confirmadas, se estima que mas de 20 millones cayeron bajo su mando, 5 o 6 de hambrunas, el resto sucumbieron por las purgas, ejecuciones, prisioneros de guerra, deportaciones, colectivizaciones forzadas…nunca sabremos las cifras reales.
La pantalla se funde a negro y sólo queda el silencio. Silencio compartido, consternación y respeto por los muertos, por todos, por un pueblo asfixiado por un puño y por un país estrangulado entre yugos.
Gervasio Navio Flores
Perfect 10
Eva Riley
Cinéfilos del Futuro
Intimista aproximación a los complicados tiempos de la adolescencia. Una chica con dotes para la gimnasia rítmica no valora sus facultades. Hay que caer muchas veces sobre el piso para pisar con seguridad, sin perder el equilibrio. Leigh lo lleva peor por motivos de peso , la madre falleció hace poco tiempo, el padre viudo anda tan desorientado como ella, y de pronto entra en escena un hermano mayor, ,al que nunca había visto en su vida, producto de otra relación de su progenitor.
Una chica con dotes para la gimnasia rítmica que no valora sus facultades y ha perdido el entusiasmo. Plantar los pies sin caerse, sin perder el equilibrio, y si se pierde, intentarlo otra vez, de eso se trata.
El film de la escocesa Eva Riley comparte la vitalidad, la fuerza y el colorismo del cine de Andre Arnold, películas como Fish Tank o American Honey. La frustración ya nos acompaña desde que tenemos consciencia, Leigh no tiene amigas y tiene la autoestima a ras del suelo. Sobre él practica su ejercicio mientras se graba con el móvil. Suenan los tambores de la sugerente música que acompaña sus movimientos, y de pronto un intruso se cuela en su casa, se hace llamar su hermano.
Un diez para la conmovedora actuación de la joven actriz Frankie Box, la irritable chica sabe transmitir en su altibajos diarios. La relación trazada levemente en el gimnasio con su entrenadora, la búsqueda de diversión con la pandilla del hermano, y episodios de violencia, robos de motocicletas y bullying dan continuidad al notable debut en la dirección de Riley.
Raúl Gallego
El joven Ahmed
Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Selección EFA
En el Corán existe este verso:
«Quien mata a una persona es como si matase a toda la humanidad y quien salva a una persona es como si salvase a toda la humanidad»
Ahmed no parece haber entendido esta parte.
Tras tratar con temas sociales como la adopción y la realidad de los humildes en El niño de la bicicleta, o la precariedad laboral en Dos días, una noche Jean-Pierre y Luc Dardenne se atreven en El joven Ahmed con temas como la radicalización islamista de un adolescente, maleable, influido por el imán de su mezquita. Humanismo, el naturalismo y el trazo ágil siguen siendo marcas de la casa en esta nueva entrega de los Dardenne, escenas filmadas cámara en mano, narración fluida, y cierto suspense.
El chico lucha con su peligrosa interpretación de las doctrinas del Corán y los conflictos que se derivarán de ello. El fundamentalismo le cambia de un día para otro, desagradable con su madre, a la que insulta por beber alcohol, e incluso renuncia a dar la mano a su profesora de árabe, por ser mujer. Ahmed despedirá el curso de una forma nefasta, con un plan criminal enfocado en la docente, impura por estar saliendo con un judío.
El conflicto y el peligro de inculcar ideas de odio en la mente de un niño, he ahí la responsabilidad del imán, que terminará quitándose de enmedio cuando comprenda que el crío se está tomando demasiado en serio los mandatos sagrados de Alá.
Inevitable recordar capítulos recientes de nuestra historia como los atentados de las Ramblas,y tantas otras capitales. El peligro puede estallar en cualquier ciudad porque el caldo de cultivo está a la vuelta de la esquina, en cualquier barrio, en cualquier local. En el centro de menores la llamada de la primera sexualidad del chaval choca de frente con el servicio fanático y extremista, imposible tesitura para un arrebatado desenlace.
Raúl Gallego
De las primeras que vi en el Festival. Muy buena, y original en el trato del extremismo asociado a la enseñanza. Frustración. Una mujer valiente, un chico pertinaz y un director consciente que huye de lo trillado. Magnífica transición y ritmo. Mejor que la de Martin Eden, que muestra más que enseña, que quiere por encima del éxito, y por ello triunfa.
José Miguel Moreno
A tale of three sisters
Emin Alper
Selección EFA
Un cuento de vida y muerte, de anhelos tan inalcanzables y realidades tan inclementes, que duelen. Duele por los recuerdos que activa en nuestra memoria colectiva, por esa España olvidada en los duros años cincuenta; o en la Turquía de los años ochenta; da igual, se dan la mano, los que nada tienen y todo lo pierden, siempre son los mismos. Un ácido regusto a Antón Chéjov sobrevuela la historia de Emin Alper. Una aldea en mitad de las montañas turcas, tan lejos del mundo, tan cerca de Dios, que asusta. La juventud retenida, coartada; comunidades cerradas, a las que cuesta llegar; hombres y mujeres aislados de la cultura, de la ciudad, del porvenir, de la propia vida. Tres hermanas que no pueden escapar de sus destinos, la vida les devuelve al agujero del que salieron. Un padre que busca incansable una salida, pero sólo con buena voluntad, no hay muchas expectativas, servir en una casa, servir, un señor al que servir, servir… Cuidar el rebaño, resguardarse del frío, lidiar con un marido medio lelo que asumió la carga de un embarazo traído de la gran ciudad, un deseo con el que pelear.
Las tareas del hogar, las mismas viejas costumbres, una niña que se convierte en una mujer. Una indomable rebelde, la chica que come tierra, que raspa las paredes por falta de calcio, por falta de amor. El licor para combatir el frío y el abandono, el Raki para que las desgracias sigan sucediendo, la historia se repite, el árbol del ahorcado a la entrada del pueblo así lo atestigua, y el cuento de la vida no para de rodar, sin principio ni fin. Reyhan, Havva y Nurhan vuelven a estar unidas, enjauladas en una lugar fuera del tiempo, atrapadas en la miseria de su estirpe.
Gervasio Navío Flores.
Sons of Denmark
Ulaa Salim
Selección EFA
Intenso y doloroso thriller, la realidad nos ataca, es increíble que no veamos venir los golpes.
La idílica Europa del norte, el estado del bienestar perfecto, se tambalea. Refugiados árabes de mil conflictos lejanos y su convivencia entre nosotros; allá el desierto, aquí el frío.
El odio y la muerte engendran odio y muerte, un atentado cobarde y criminal es el germen para que un muchacho danés se convierta en un líder ultraderechista. Alimentado por el odio y el rencor, todo se lo arrebataron y con todo lo pagarán, sí, ellos, porque ellos tienen nombre y apellidos, tienen rostro y raza, son el enemigo, nos invaden.
Canalizar el descontento y la rabia colectiva hacia los extranjeros, hacia los árabes en particular, nos suena bastante, es una lacra populista que se extiende por Europa, por el Mundo; escoria extranjera que ensucia y viola tu país, son mensajes y argumentos que ya conocemos, Son of Denmark desarrolla esta realidad.El director, Ulaa Salim, nacido en Dinamarca pero de padres iraquíes sabe muy bien de lo que habla, conoce el terreno que pisa. Su película es de acción, pero también de introspección, el protagonista, Ali, formidable el actor Zaki Youseff, da vida a un policía infiltrado en una célula terrorista, es uno de los mejores en su oficio, detiene un atraque inminente, pero el precio a pagar es muy alto. La historia expone dos realidades, la vida de los inmigrantes y sus motivaciones, un joven captado por un Imán para la causa, Zacarias. Un joven que lo perderá todo. También vemos el otro lado, la sociedad civil, los políticos que inflaman las redes y provocan, que arrojan gasolina al fuego en vez de solucionar los problemas.
Ali está justo en el medio, también lo pierde todo, es un traidor a su pueblo, se cuestiona su labor, salva a quien odia, ese conflicto lo atormenta y lo destruye desde dentro. Ecos del Francotirador, del maestro Eastwood, aparecen en los ojos de Ali, aunque la obra de Salim es bastante efectista, demasiado explicita a veces. Podemos cuestionarlo todo, el deber, el honor, la familia, el futuro, la verdad…pero lo único cierto es que el odio es la verdadera epidemia de estos oscuros días.
Gervasio Navío Flores.
Algunas voces a la salida de la proyección de Sons of Denmark la tildaban de maniquea, efectista y predecible. A mí me gustó, me parece que trae a la palestra temas candentes y actuales, la peligrosa radicalización de la extrema derecha en toda Europa, y la amenaza de los terrorismos de origen islámico. Antecede a los títulos de crédito un atentado en pleno centro de Copenhague, ya se nos avisa por donde van los tiros, y nunca mejor dicho.
Dos mitades enfocadas cada en un personaje, el primer bloque estudia con brillantez la diatriba del joven musulmán, y su lucha ciega ante el dolor de su madre y hermano pequeño, la segunda, algo más caótica, avanza de la mano del policía infiltrado hasta el climático final.
La sangre de los cerdos mancha a todos, a partes iguales, en tiempos de fascismos insurgentes hay
que luchar contra esa fuerza de la voluntad que Riefenstahl retrató ante los ojos atónitos de René Clement y la burla aterrada de Chaplin, y Ulaa Salim contribuye a abrir los ojos a los que no pueden o no quieren recordar la historia con un ágil y bien elaborado thriller.
Raúl Gallego
Perros de Presa
Adrian Panek
Selección EFA
El Horror no tiene fin, pero siempre tiene un principio. La infancia fue destruida por la iniquidad del hombre, unos niños privados de su pureza son la prueba. La inocencia les fue arrebatada por la corrupción moral de un mundo que contempló el auge del Nazismo sin inmutarse, por un mundo que se sumergió en las tinieblas de los campos de concentración, por un mundo que se alimentó de muerte, de odio, de pillaje, de desesperación, de cenizas.
Una mansión abandonada, el único refugio de esos niños “liberados” del horror, un lugar perdido entre la muerte y la vida. Se ocultan de los perros adiestrados por la SS, los perros de sus carceleros, esos animales que se han quedado sin dueño, pero siguen al pie de la letra su doctrina, ahora son completamente salvajes, asesinos que hostigan y cercan a un puñado de niños asustados. Cuando el campo ha sido liberado, cuando la guerra comienza a bostezar, cuando el caos sonríe....los chicos se convierten en adultos prematuros, pasajeros en un viaje perturbador hacia lo más oscuro del bosque...hacia los mas oscuro de sus propias almas.
Esos niños traumatizados se defienden como pueden de sus fantasmas, están solos, sus familias fueron masacradas por los nazis, han ido rodando de campo en campo, su tragedia es sobrevivir. Valientes y nobles unos, silentes otros, trastornados y transformados por la experiencia sufrida...en sus pesadillas los guardianas se siguen divirtiendo una y otra vez, obligándolos a hacer flexiones, una y otra vez: “arriba....abajo....arriba....abajo....arriba....abajo....” No son más que sucios Judíos ¿No los hueles? Los perros sí.
Adrian Panek escribe y dirige esta historia apabullante, una mezcla brillante donde el bosque se vuelve un cuento de terror, una mansión aislada es el laboratorio para observar la convivencia extrema sin adultos; los ecos de Golding y su Señor de las Moscas resuenan en la historia. Con un aura de nobleza mancillada flotando en la penumbra, con la sed y el hambre siempre presentes. Los juegos de unos niños abandonados a su suerte nos llevan a lugares donde no son necesarios los ojos, solo necesitamos sentir. Los animales son meros reflejos de sus amos, de su crianza, de nuestras repugnantes o ilustres almas, sus instintos de supervivencia se pueden doblegar ante el amor, ante la inocencia. Una alegoría excepcional sobre nosotros mismos, sobre nuestros hijos.
Recuperar la humanidad es difícil, perderla no. Se pierde en un instante, cuando los instintos mas básicos se manifiestan: el hambre, la sed, el aislamiento, el miedo, el deseo...y si eres apenas un crio, ni siquiera podemos imaginar el quebranto interior que supone. Parece que la esperanza emigró de esta tierra hace siglos, aunque el Perdón no, y siempre llega de la mano de un niño pequeño...¿Hay algo mas noble?
Gervasio Navío Flores.
Helios Gómez: Tinta y Munición
Pilar Távora
Panorama Andaluz
Pilar Távora reinvindica en este interesante documental la figura del, tan enorme como poco conocido, Helios Gómez (Sevilla 1905- Barcelona 1956). Espléndido dibujante, pintor, sevillano y gitano militante, participa activamente en todas las vanguardias que se desarrollan en la ciudad desde los años 20 Es amigo de los artistas de la generación del 27 y publica muchos de sus magníficos trabajos en la revista Mediodía. Frecuenta París, donde se relaciona con Picasso y otros artistas de la vanguardia parisina. Reside una larga temporada en Berlín, donde expone varias veces con gran éxito.
Sus preocupaciones sociales lo conduce al anarquismo, donde milita casi toda su vida de manera activa, salvo un breve periodo en el comunismo, que abandona pronto decepcionado de la ortodoxia estalinista del momento.
Esta militancia política le acarrea largas estancias en prisión, sobre todo en la Modelo de Barcelona, donde realiza los frescos de la capilla, y el ostracismo a que lo condena el Bando triunfador en la guerra civil, que casi consigue el olvido de tan importante artista.
Távora lleva con buen pulso narrativo su vida, mostrado con profusión su magnífica, pero casi desconocida obra. Apoyada por entrevistas con importantes personalidades del mundo del arte que nos muestran la relevancia del artista. Hasta su propio hijo nos ilustra con anécdotas su infancia, casi como un huérfano, pues Helios, tras la guerra, estuvo más tiempo en prisión que con su familia.
Intentar devolver, y hacer justicia, poniendo en valor la obra de Helios Gómez, es el mayor mérito de este documental, que hará conocer a muchos, la importancia vanguardista de un artista tan alejado de las modas regionalistas de su momento y tan injustamente silenciado tras la Victoria, por los que tan alejados estaban de sus postulados ideológicos.
Paco Vallecillo
Vampir-Cuadecuc
Pere Portabella
Película frontera entre un cine legalizado en los años 70 y un cine de resistencia, militante contra el franquismo aún imperante. Portabella vampiriza al Conde Drácula, chupa la sangre de la versión comercial española, dirigida por Jesús Franco y deconstruye el mito de Cristopher Lee.
En Cuadecuc-Vampir las escenas se yuxtaponen, hay una ruptura de los códigos y del lenguaje tradicional del cine. Se muestra el equipo de rodaje, los trucos,el vampiro sonríe y mira a cámara, rompiendo la cuarta pared.
El proceso de emulsión del nitrato de plata, y la alteración de las imágenes del film original resulta en una fantasmagoría sin color ni diálogos, evocando el mudo del Nosferatu de Murnau o el Vampyr de Dreyer. Portabella pensaba hacer algo parecido a los ideógramas chinos y las texturas y matices que consiguió crear el operador Luis Cuadrado en el arranque de la película dan forma al tenebrismo de las imágenes. Los sonidos distorsionados y dodecafónicos de la banda sonora, así como la sensibilidad del blanco y negro, en altísimo contraste de cómic de terror, revisitan el mito desde una perspectiva sensorial y perturbadora.
Raúl Gallego
El silencio antes de Bach
Pere Portabella
La música se compone de sonidos y de silencios, de notas de diferente duración y sus respectivas pausas. Afinar el piano, las tensiones de las cuerdas, las clavijas, el oído calibra los intervalos y los tonos apropiados. Las notas se dejan caer, sostenidas, a la espera de que el instrumento esté en condiciones y alguien pueda interpretar las partituras del genio de Leipzig.
Alemania es un país de hinchas de fútbol, dice un personaje, cuando no se grita, se toca y se canta, eso le dice el camionero a su colega, hay que salir de la cabina, de la prisión del trabajo de vez en cuando para respirar aire limpio.
De la época actual se retrocede al tiempo del músico, Bach alecciona a su hijo sobre como lograr la progresión perfecta, la tensión adecuada. Como interpretar la paz de su sencillo preludio para clave.
Un joven Sebastian Bach entra en la estancia, en la iglesia de Santo Tomás la cámara asciende desde la lápida del compositor en primer plano, contemplamos la arquitectura sacra y las armonías eternas del órgano se funden con el entorno , suena sublime bajo los fustes barrocos de piedra. El nuevo Cantor baja las escaleras, se quita la peluca y se dispone a su paseo diario por su ciudad.
Quien ya no sepa llorar, lo aprenderá de nuevo ante el derrumbamiento de Dresde. En su poema audiovisual, Portabella revive a Bach y a Mendelssohn y los transporta desde el silencio al mundo actual. El río Elba sigue ahí, impasible en toda su amplitud, tan bello como si nada hubiera ocurrido.
Raúl Gallego
No hay comentarios:
Publicar un comentario