Bienvenidos al país de Halloween, el mundo de las tinieblas, gobernado por un inepto alcalde con dos caras y su mejor ministro, Jack, el esqueleto, un poco deprimido, cansado de siempre lo mismo, con su andares de araña, su porte de caballero. El rey del país de los muertos, un híbrido espectral de Hamlet, Eduardo Manostijeras, y un Slenderman de buen rollo, siempre acompañado por su perrito fantasma, otro trasunto del conmovedor Frankeweenie, el mejor amigo del niño Burton.
Érase una vez hace mucho tiempo, la historia de cuando el mundo era antiguo y se inventaron las fiestas. Las sombras tenebrosas y los monstruos que aterrorizaron a Tim Burton y a su colega Henry Selick son exorcizados en el magnífico teatro de bosques siniestros, cementerios góticos, marionetas con vida propia y calabazas parlantes. Sally, la adorable muñeca de ojos enormes y cuerpo remendado, Oogie Boogie, el malvado saco lleno de insectos y gusanos, sus tres mocosos secuaces enviados al país de la Navidad a raptar al pobre Santa Claus, y una galería caótica de habitantes del país de Halloween, un Mr Hyde, una familia de zombies, las brujas, los vampiros, el payaso enmascarado, el monstruo debajo de la cama, el hombre lobo..
Burton escribió este melancólico poema mientras trabajaba de animador para la Disney, a partir de su obsesión con la historia de Jack y su bizarra idea de celebrar la Navidad consiguió crear un clásico formidable del Stop Motion, de la animación fotograma a fotograma. Una sinfonía minuciosa y detallista, dirigida por Selick, prestigioso animador que coincidió con Burton en Disney, Tim no pudo dirigirla porque se había comprometido con la Warner para realizar Batman Returns.
Danny Elfman añadió la música, canciones corales e individuales para crear el tono y el estado anímico de cada personaje. Un tiempo mágico entre Halloween y la Navidad, el tiempo de los niños. Jack al fin se dará cuenta que la Navidad no puede analizarse con un método empírico, que nunca puede uno renunciar a su identidad, y que la deshilachada Sally siempre le estará esperando.
Raúl Gallego
Cuatro niños raritos se reúnen a merendar esta tarde en torno a la mesa camilla y las criaturas del inframundo...
Raúl Gallego, Gervi Navío, Elio Cubiles y Salvador Limón.
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