“Klaatu barada nikto!”
En 1951 el mundo convulsionaba en un contexto histórico
con los Estados Unidos como epicentro. En plena guerra de Corea, con los primeros síntomas de la guerra fría, la carrera armamentística en la línea de salida y el Comunismo como máximo enemigo. Apenas cinco años después de Hiroshima y Nagasaki, las dos superpotencias se afanaban en construir más y más armas letales. El odioso Senador Joseph Raymond McCarthy empezaba su vergonzante caza de brujas contra la industria de Hollywood, hasta aquel momento, un oasis de talentos y mentes libres. La energía atómica era algo nuevo e inquietante en los 50.
En ese caldo de cultivo la Ciencia Ficción de Serie B paría películas panfletarias con alienígenas invasores y destructivos. Robert Wise consigue que Ultimátum a la Tierra sea una película humanista, revistiendo a la Ciencia Ficción de honorabilidad, de respeto. La película capta exactamente qué tipo de sociedad había en los años 50, sentimos ese clima de paranoia y represión, pero con un mensaje conciliador, totalmente disonante. The Day the Earth Stood Still contiene un potente mensaje pacifista, de entendimiento; una crítica soterrada contra los ejércitos, contra el género humano, y sobre todo, contra sus dirigentes, sus gobiernos…
Robert Wise desarrolla un gran guión de Edmund H. North, para contar la llegada a nuestro planeta de Klaatu y Gort, un humanoide que viene a dar la ultima oportunidad a la tierra y una autómata capaz de destruir todo ante la menor agresión…
Ultimátum a la tierra se ha convertido en un test de Rorschach, contiene múltiples interpretaciones y visiones del mundo, todas reales, todas vigentes. Nuestros gobiernos actuales no distan mucho del retrato que nos plantea Wise, la humanidad tampoco, un clásico imprescindible de la ciencia ficción que ha influenciado todo el cine que ha venido después,.
Un referente en múltiples aspectos, desde el estilo sosegado y reflexivo de Wise a esa extraordinaria banda sonora de Bernard Herman, una partitura pionera, usando ese curioso y extravagante instrumento musical electrónico llamado Theremin, bautizado originalmente como “Eterofono” que ya será para siempre el sonido y la atmósfera de la Ciencia Ficción.
Un gran reparto con el desconocido Michael Rennie encarnando a Klaatu, una clara alegoría cristiana con este Sr. Carpenter que sufre las mismas penalidades que Jesucristo, con el cual comparte misión y enseñanzas. La protagonista femenina es la gran Helen Benson, perfecta como esa mujer fuerte y decidida que cría a su hijo sola, y comprende la importancia del mensaje de Klaatu. El chico, Billy Gray es otro gran acierto de la película, con momentos de inocencia e intimidad grandiosos con el hombre del espacio; o ese profesor con aires de Einstein , interpretado por Sam Jaffe. Para la historia del cine queda la figura de Gort, el imponente robot con el poder de decidir sobre la vida y la muerte.
Una autentica obra maestra que nos obliga a reflexionar constantemente sobre la humanidad, capaz de lo mejor y lo terrible…..al tiempo.
Esta noche hacemos señales lumínicas a Gort desde la Torre de Radiopolis, Jose Miguel Moreno, Raúl Gallego, Zacarías Cotán, Elio Cubiles y Gervi Navio.
Gervasio Navío Flores
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