La Gran Evasión

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jueves, 14 de julio de 2016

93 - Con faldas y a lo loco - Wilder 1959















 

Con faldas y a lo loco o Some like it hot. Hay quien prefiere las faldas, y hay quien ve unos pantalones y se vuelve loco.  Unos prefieren el jazz más marchoso que tan bien toca la banda de la dulce Sue y sus muchachas sincopadas, con la vaporosa Sugar y su ukelele en el centro de las miradas. El contoneo, la inocencia, la tentación es Marilyn. Que se lo digan a Jack Lemmon y a Tony Curtis, dos músicos acostumbrados a pasar penurias, a vender hasta el abrigo para poder pagar el alquiler de un piso en el frío Chicago del 29,  y que decidirán disfrazarse de mujer para escapar de unos gángsters que les pisan los talones por haber sido testigos involuntarios de un ajuste de cuentas.
En esta comedia de enredos y equívocos nada es lo que parece. Josephine y Daphne, Josephine contenida y manipuladora aprieta los labios con distinción, Daphne, más impulsiva, que se lo digan al ricachón Osgood que la espera en un ascensor de Florida. Daphne abre los ojos como platos a medida que su compartimento del tren se va llenando de chavalas en ropa interior. ¡Eres una mujer, Daphne! ¡Eres una mujer!. Del frío de Chicago al calor de Florida. De los gángsters y la ley seca a un hotel con millonario que se va a fijar precisamente en Daphne. Vaya noche de baile, claveles y maracas. ¡Daphne, eres un hombre! ¡Como te vas a casar con este tío forrado si eres un hombre!.
Sugar Kane puede dejar de beber cuando quiera. Cuando los días se hacen largos suele darle un buen trago a la petaca de bourbon. Más de un desengaño se ha quedado enredado en la melena de la rubia platino que canta "I´m through with love", y de pronto aparece Josephine y la besa en los labios, quizá ahí esté el amor, Sugar, más allá de las faldas, del traje de marinero, y de una lancha que funciona marcha atrás.
Billy Wilder consiguió dar forma a la comedia más grande de todos los tiempos para muchos. Con un toque de cine negro auspiciado por el mítico George Raft en el papel de Botines, el jefe de la banda de maleantes. Jack Lemmon, Tony Curtis y sobretodo el volcán de Marilyn se quedaron en nuestras retinas para siempre. Marilyn, casi desnuda en los vaporosos vestidos diseñados por Orry Kelly, Jack Lemmon tocando las maracas al ritmo de La cumparsita, y Tony Curtis, el fino transformista que pasará de elegante señorita de salón a multimillonario especialista en arenques, y muy, muy caradura. Que importa que seas un hombre, Daphne, con aquella bofetada ya te ganaste el cielo. Que más da si Josephine entra en medio de la función y te besa en la boca, Sugar. De eso se trata...I wanna be loved by you, ya lo dijo Marilyn, y además, nadie es perfecto.

Raúl Gallego.

Esta noche nos preparamos unos Manhattan en la litera de arriba...

A la batuta el dulce José Miguel Moreno, al contrabajo el locuelo Raúl Gallego, en el saxo un carnal Gervi Navío, y nuestro crítico estrella al ukelele y la voz desde Madrid, César Bardés, que se nos va a las Canarias de veraneo.


 Artículo sobre Con faldas y a lo loco, por César Bardés



 


2 comentarios:

  1. Qué grande Marilyn, Lemmon,Curtís, pero sobre todo el genio de Wilder, un maestro. Saludos y Bourbon para todos.

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  2. Una de las mejores de Wilder, de las más aclamadas y con razón, además que Wilder estaba en su momento más dulce, Testigo de cargo la hace el año anterior y las dos siguientes son El apartamento y Uno,dos,tres. Gracias por el Bourbon.

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