En el pequeño estado de Freedonia no hay orden ni concierto, y si el último mandatario dejó mal el país, esperen a ver el siguiente porque romperá el molde. Rufus T. Firefly es el primer ministro más descerebrado y ácrata que puedan conocer. Da la casualidad que una adinerada viuda, la señora Teasdale, representación del poder económico, se encapricha con él y decide ponerlo al timón de la nación. La parodia del poder llevada al extremo y el afán pecuniario por encima de cualquier otra consideración. Un régimen anárquico y chiflado donde declarar la guerra es algo divertido. Por debajo por supuesto el aviso del peligro inminente de los totalitarismos que enseñaban las fauces en Europa.Nada tiene lógica en esta sucesión de gags desternillantes y secuencias imperecederas. Esto es la guerra, señores, no importa que el líder dispare a sus propias tropas por error. Si aún no se han cavado las trincheras, cómprelas, le dice Rufus al subordinado. Mientras en las arcas quede dinero, todo es miel sobre hojuelas y santas pascuas.
Raúl Gallego.
Esta noche de estío nos calzamos el gorro de dormir y el camisón, nos pintamos un bigote de betún y nos fumamos un puro en Radiópolis…
José Miguel Moreno a la dirección, Raúl Gallego, Gervi Navío, Federico Rodríguez, y nuestro crítico de cine César Bardés
Artículo sobre Sopa de Ganso, por César Bardés
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Vaya cuatro locos, una auténtica delicia de libertad e irreverencia, con los tiempos que corren y sigue tan fresca, es cierto, los Marxs nunca pasan de moda, siempre son modernos, enhorabuena por el coloquio.
ResponderEliminarCierto que algunos gobernantes actuales son aún más surrealistas que Mr Rufus. Gracias por escucharnos
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