Un soberbio Bruce Dern recrea a este Quijote taciturno, caballero andante y desgarbado que no cejará hasta llegar a Lincoln, Nebraska, a 1400 kilómetros. Su Sancho Panza particular será David (sobresaliente Will Forte), el buen hijo que se tomará las cervezas con él en los bares de carretera, que le llevará en coche hasta su camioneta y su compresor de aire.
Conmovedora road movie con parada en Hawthorne, pueblo natal de Woody donde le visita el pasado, su antiguo amor, su mezquino ex-socio Ed (Stacey Keach), la guerra de Corea, la casa donde vivió con sus padres. Hasta allí llega su esposa Kate en autobús, y termina defendiendo a su hombre de los buitres que acechan, de sus dos sobrinos gordos y patéticos, de esos familiares miserables que piden su parte del pastel.
En su sexta película, el realizador Alexander Payne reune una galería de personajes estrafalarios y castigados, gente de a pie que se mueven entre sus obsesiones más recurrentes, la senectud, la incomunicación, los conflictos familiares. En una América profunda y doliente asistimos a la decadencia de unas ciudades azotadas por la crisis económica, urbes venidas a menos donde sus habitantes pasan las horas muertas mirando la televisión, entre hormigón y desidia.
En su sexta película, el realizador Alexander Payne reune una galería de personajes estrafalarios y castigados, gente de a pie que se mueven entre sus obsesiones más recurrentes, la senectud, la incomunicación, los conflictos familiares. En una América profunda y doliente asistimos a la decadencia de unas ciudades azotadas por la crisis económica, urbes venidas a menos donde sus habitantes pasan las horas muertas mirando la televisión, entre hormigón y desidia.
Woody y su hijo comparten un viaje vital de interminables pastizales, áridas carreteras, moteles incómodos, bares de gasolinera. Se irán encontrando entre tragos de cerveza, comentarios mordaces, y amargos silencios. A medida que se acerca a su pueblo, Woody saca la cabeza por la ventanilla, sus pelos blancos, más descuidados que nunca, ondean al viento, sus ojos abiertos de par en par respiran el aire de la llanura, sienten ese aroma de su juventud, el contorno de un tiempo en que se sintió fuerte.
Con el compás pausado de la banda sonora de Mark Orton y la enérgica fotografía en precioso blanco y negro de Phedon Papamichael, el director Payne nos toca el alma desde el terreno del clasicismo, la comedia negra, el costumbrismo, y el drama urbano.
Raúl Gallego.
Raúl Gallego.
Esta noche en el estudio de Radiópolis acompañamos a padre e hijo entre arboles resecos y maizales interminables,
José Miguel Moreno a la dirección, Raúl Gallego, Gervi Navío, y nuestro crítico de cine César Bardés.
Artículo sobre Nebraska, por César Bardés
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Exquisito y sensible programa, como la peli, ah, enhorabuena por el añito.
ResponderEliminarahí estuvimos con Payne, Dern, Forte, Keach y la señora Skibb respirando el aire de Nebraska, gracias por escucharnos
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