Lo que queda del día es un tratado sobre la lealtad, sobre los servidores, sobre la represión de los sentimientos, la educación dirigida al rol que la vida te encomienda, el libre albedrío, y sobre todo, es una reflexión sobre el tiempo, el tiempo que se pierde, que pasa, y es….. irrecuperable.
Somos un cúmulo de Errores, de decisiones tomadas, de memorias, el viaje de Stevens es también un viaje interior, una última oportunidad ante el amor, ante la felicidad, es un viaje a un sueño, la película destapa una verdad, dura pero cristalina, no se puede recuperar el tiempo perdido, hay que vivir el momento del ahora, cada pequeña decisión que tomamos nos bifurca el infinito sendero que es la vida, así de sencillo y así de hermoso…
El guion es de la colaboradora habitual de Ivory, Ruth Prawer Jhabvala, que logra destilar el texto de Ishiguro para convertirlo en imágenes, moviéndonos por dos épocas distintas, en una estructura de Flashback elegante y cadenciosa.
La extraordinaria ambientación, vaya fotografía de Tony Pierce-Roberts, está cuidada hasta el detalle más mínimo, los parajes ingleses, las mansiones, cada mueble, cada cubierto, rezuma tradición, todo desprende verdad, notamos el tacto de aquella época, lo que significaba cada minúsculo protocolo en la vida de una mansión, el mundo perdido, la inocencia y el honor, mientras un viejo caballero se agarraba a códigos obsoletos, Lord Darlington fue manipulado, un inocente, un pelele, un aficionado, en las fauces del fascismo y las falacias nazis.
Sin duda Lo que queda del día son sus actores, Anthony Hopkins en estado de gracia, la película son sus ojos, su mirada, Stevens vive a través de su trabajo, conforme recuerda la historia, vemos su travesía por entre el deber y el amor, un tipo impertérrito, con la flema inglesa llevada al extremo, impasible, el caballero que sirve al caballero, mientras su padre agoniza, él debe atender una reunión internacional, donde se juega el destino de Europa. Mr Stevens admira a esa Ama de llaves que se atreve a discutir con él y le planta cara, notamos esa llama que arde en su interior, lo notamos, lo sentimos, increíble, su frustración, su soledad enmascarada tras su oficio. Emma Thompson está espléndida, quizás sea el papel de su vida, es perfecta como la señora Kenton, con miradas y secuencias memorables, no solo la del libro, cuando lo acorrala contra la pared, su protesta cuando despiden a las criadas alemanas, al comunicarle la muerte de su padre, vaya plano, las siluetas de los dos en sombras, la despedida baja la lluvía es de los momentos mas intensos de la historia del cine.
Gervasio Navío Flores.
Esperamos a la noche, que es lo mejor del día, mientras degustamos los restos de una vida en soledad, mientras se encienden las luces de neón a la orilla del Río, desde la Torre de Radiopolis, rebosante de abolengo y templanza…..Francisco Hermosa, Isabel Moncada, Gervi Navío y nuestro crítico César Bardés.
Bonus Track:
Después de Blue Moon os dejamos otra pieza maravillosa de la banda sonora de Richard Robbins, el tema que suena en la escena de despedida bajo la lluvia:
-Sentimental Love Story/Apeasement/In The Rain
DALE AL PLAY Y ESCUCHA EL PROGRAMA
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