Una familia acomodada de Milán vaga
por un desierto inhóspito y monótono, un oasis en la nada, llega un
misterioso huésped y las respuestas asoman en el horizonte. El
dionisiaco enviado será la revelación, el cartero arcángel lo
anuncia en forma de un telegrama: LLEGARÉ MAÑANA.
Todos los que viven en esa casa de nuevos ricos desean intensamente al recién llegado. La sirvienta corta el césped y admira al lector angélico, ella sí comprende lo que ocurre porque viene del arroyo, ella es desechable, no forma parte de la familia y será sustituida inmediatamente cuando se marche a sanar a los niños, a cubrirse con la tierra de los pobres.
Todos los que viven en esa casa de nuevos ricos desean intensamente al recién llegado. La sirvienta corta el césped y admira al lector angélico, ella sí comprende lo que ocurre porque viene del arroyo, ella es desechable, no forma parte de la familia y será sustituida inmediatamente cuando se marche a sanar a los niños, a cubrirse con la tierra de los pobres.
El teorema, la verdad irrefutable que
no podrá soportar el padre empresario, sus cimientos perderán pie
ante el testimonio de su fracaso. Un día en la mesa
arriba un nuevo telegrama y el visitante lo lee en voz alta ante los
comensales, TENGO QUE PARTIR.
La existencia se desmorona, la madre reprimida se tira a la calle a buscar sexo. Un hombre desnudo en la tierra baldía, su grito desgarrado al vacío y la indiferencia.
La existencia se desmorona, la madre reprimida se tira a la calle a buscar sexo. Un hombre desnudo en la tierra baldía, su grito desgarrado al vacío y la indiferencia.
En plena etapa creativa, antes ha
realizado El Evangelio según San Mateo, Pajaritos y Pajarracos y
Edipo Rey, el cineasta poeta Pier Paolo Pasolini vuelve a provocar
con esta alegoría sobre la diferencia del otro, la maldición de la
banalidad, el sufrimiento sanador, la revelación del teorema. La narración visceral del maestro
boloñés, las emociones, los gestos, los planos perturbadores,
ayudan a los intérpretes a demostrar su valía, Terence Stamp,
Silvana Mangano, Laura Betti, Anne Wyazemsky, y una partitura de
Ennio Morricone, casi tan árida como el paisaje volcánico que
barre la cámara.
Raúl Gallego.
Raúl Gallego.
Esta noche espiamos a través de una
pantalla de cine a los corrompidos por el dinero y la vanidad, quizás
nosotros mismos....
José Miguel Moreno a la dirección,
Raúl Gallego, Raquel Jaén y Antonio Holguín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario