A comienzos de los desarrollistas años 60 en España, Galindo, cajero de una sucursal de banco, decide dejar de ser pobre, la vida está muy cara y su salario muy escaso. Galindo esta agotado de hacer reverencias, no le pagan las horas extras, a diario le salpica el barro de los charcos. Galindo tiene un plan, un atraco a las tres en el propio banco donde consume su vida, y no le será difícil convencer al resto de sus compañeros de armas, pistolas de juguete en este caso.
Inmejorable reparto para esta mordaz comedia dirigida por José María Forqué, y escrita por Pedro Masó durante nueve noches, con la colaboración de Vicente Coello. Extraordinaria sátira siguiendo los cánones del cine de atracos, inspirada en el Rufufú de Mario Monicelli, que al mismo tiempo era una parodia del legendario Rififi de Jules Dassin. No sólo brilla el genial López Vázquez, que dejó para la historia su conocida retahíla ante Katia Loritz, "un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo". José Orjas como don Felipe, el capriano jefe de toda la vida al que los de arriba han decidido dar un descanso y dividir su sueldo a la mitad, Agustín González, el compañero amargado con ataques de cuernos y de tos asmática, el gran Casto Sendra, Cassen, conserje servicial y bonachón, Gracita Morales, Enriqueta, una chica sencilla que reúne al vecindario en casa para ver la televisión, Manuel Alexandre (Benítez), imborrable ese tipo aprovechado y picarón que pide anticipos a cuenta del atraco, o el miedoso Castrillo, un Alfredo Landa novato en el cine en un rol que inicialmente iba a ser para Manuel Gómez Bur. Esta chapucera camarilla no tiene muchas posibilidades de éxito, con un cerebro que se va de la lengua ante la vedette de piernas infinitas, un chófer sin carnet de conducir, Castrillo. Son todos unos aficionados, uno por uno irán llegando magullados a la oficina, pero cuidado, el repelente y déspota nuevo interventor, Don Prudencio (Manuel Díaz González), les dejará claro que lo primero es que nunca falten al trabajo. Gran comedia del cine español, factura impecable de Forqué, producida y escrita por Masó, montaje de Pedro del Rey, y divertida música compuesta por el argentino Alfredo Waitzman.
Raúl Gallego.
En nuestro programa a las diez nos ajustamos las medias sobre las sofocadas cabezas esta noche en Radiópolis:
José Miguel Moreno distribuye el juego con estilo, Raúl Gallego, Gervi Navío y Helio Salas la tocan con gusto en la medular, y el ariete César Bardés remata a la escuadra.
Artículo sobre Atraco a las Tres, por César Bardés
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