“Déjenme en paz, yo sólo quise ser feliz”
Raúl Gallego.
Comentan el film hipnotizados por su belleza:
José Miguel Moreno, Raúl Gallego, Gervi Navío, y nuestro crítico César Bardés.
Artículo sobre El Espejo, por César Bardés
Título original: Zerkalo
Duración: 107 min.
Director: Andrei Tarkovsky
Guión: Andrei Tarkovsky & Alesandr Misharin
Música: Eduard Nikolay Artemiev (AKA Edward Artemyev)
Fotografía: Georgi Rerberg
Reparto: Margarita Terekhova, Philip Yankovsky, Ignat Daniltsev, Oleg Yankovskiy, Nikolai Grinko, Alla Demidova, Innokenti Smoktunovsky, Anatoly Solonitsyn
Productora: Mosfilm Studios
Andrei Tarkovsky
Director y guionista ruso nacido el 4 de Abril de 1932 en Laovrazhe, Ivanova, y fallecido el 29 de Diciembre de 1986 en Paris.
Sus filmes, poéticos y profundamente personales, lo han convertido en uno de los artistas más preciados de su generación. Su primer largometraje, La infancia de Iván (1962), logró el León de Oro del Festival de Cine de Venecia.
Poseedor de un lirismo y de un sentido de la belleza admirables, su trabajo es una reflexión sobre la realidad a través de un estilo casi impresionista. Continuó su éxito con la película épica y alegórica Andrei Rublev (1966), que como la mayoría de su trabajo es de un movimiento lento, como una pintura sobre una tela con texturas suntuosas y con un rico clímax emocional. Sus películas posteriores cimentan su prestigio:
Solaris (1972), Stalker (1979) y Sacrificio (1986), filmada en Suecia con parte de los miembros del equipo de Ingmar Bergman, incluyendo al actor Erland Josephson.
El espejo (1976), es un poema visual y auditivo intensamente personal, que recuerda su juventud como artista en la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Interesado en ir más allá del lenguaje cinematográfico —tal y como hiciera Serguéi Eisenstein a comienzos del siglo siglo XX—, Tarkovsky exploró nuevas formas de narrativa cinematográfica, que influyeron en la nueva generación de cineastas, y desarrolló una interesante teoría cinematográfica, a la que llamó «Esculpir en el tiempo». Él mismo destacaba una característica del cine: la capacidad de fijar el tiempo. Después de El espejo, Tarkovsky anunció que se dedicaría completamente a seguir las premisas dramáticas del filósofo Aristóteles: concentrar totalmente una historia en un solo lugar bajo un día soleado en algún momento del tiempo. Sacrificio es considerada por muchos como el perfecto reflejo de la legendaria teoría cinematográfica de Andrei Tarkovsky.
Sus archivos documentales —que incluyen guiones, fotografías, artículos escritos por él mismo, entre otras cosas— se conservan en la actualidad en la Fundación Andrei Tarkovsky, dirigida por el hijo del director, y que tiene sus sedes en Moscú, Florencia y París.
Grande el cine de Tarkovski, estáis chalaos, buen programa.
ResponderEliminarGracias, locos por el cine!
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