viernes, 13 de diciembre de 2024

427 - El Fuego Fatuo - Louis Malle 1963

 Lúgubre melancolía en cada fotograma del Fuego Fatuo de Louis Malle. Cada ademán del dipsómano Alain Leroy -Maurice Ronet- transmite su su hartazgo de todo, parece que cumplir los 30 le ha postrado en una crisis vital sin retroceso, por mucho que el médico de la clínica afirme que está totalmente curado. 

Una voz en off en primera persona nos acerca al personaje desde la distancia, con una lente inocua nos hace receptores de la desidia de vivir de un hombre enfermo de si mismo, cansado de un mundo que ha perdido todo el encanto , si alguna vez lo tuvo. Hay mucho más que la mera adicción al alcohol, para que este hombre decida quitarse de en medio, hombre de acción. Al volver del ejército, durante su último recorrido parisino de despedida se reunirá en un bar con dos compañeros de armas, Alain se encoge de hombros y juguetea con su pistola, el 23 de julio escrito en el espejo de la alcolba, ese es el dia escogido. 

La última lectura del suicida, El gran Gatsby de Fitzgerald, otro ser con aguijón letal, que aun así disfrutó de los placeres de la vida. Alain lamenta la hipocresía despreciable de todos, los momentos que nunca volverán, la carta que espera de su mujer en New York y nunca llega.  Se llama borracho, y da la nota rompiendo un vaso en la reunión de pseudoculturetas de salón. Así se despide al final de este filme magnífico :

“Me suicido porque no me habéis amado, porque tampoco yo os amé. Me suicido porque nuestras relaciones fueron cobardes, para estrecharlas. Dejaré sobre vosotros una mancha indeleble.”

Esta noche derribamos el castillo de cajetillas de tabaco vacías…

Salvador Limón, David Velázquez, Raúl Gallego y Zacarías Cotán 



































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