miércoles, 13 de noviembre de 2024

425 - Una Historia del Bronx - Robert De Niro 1993

 El mundo gansteril de Coppola y Scorsese  inspiran el primer film de Robert De Niro. A través del tamiz nostálgico de la obra escrita por Chazz Palminteri. De Niro utiliza la voz en off siguiendo la estela de Scorsese, tanto en la infancia, el niño sube al autobús del padre y habla del bateadores de los yankees, como en la adolescencia , en que Calogero se mueve por las gradas del hipódromo como un miembro más de la banda de Sonny, y se enamora de una chavala negra del instituto. Se muestra el racismo en carne viva del momento, desde  críos los negros y los italianos del Bronx se odian a muerte.

De Niro está genial de padre y Palminteri en el otro lado de la ley, también le protegerá. El mafioso le debe una, desde el día de aquel asesinato en plena calle  ¿Fue todo por un aparcamiento?

El fondo moral del film recuerda al cine de Frank Capra. Que bello es vivir cuando uno se gana el sustento de forma honrada. Esos son los verdaderos tipos duros, los currantes que se levantan temprano cada día para ganarse el sustento, para conducir el bus otro día haciendo las mismas paradas, las mismas caras, el recorrido conocido. Procurar que el crío no se corrompa, a pesar del barrio donde viven, y la querencia del chico por meterse en el bar de al lado, y admirar desde un rincón los trapicheos de la banda de Sonny. 

“Hijo has hecho algo bueno por un hombre malo", le dice su padre real.  A Calogero le insisten que ya entenderá las cosas cuando crezca. A De Niro no le preocupan mucho las correrías de los delincuentes. Aunque el film tenga mucho en común con “Uno de los nuestros”, es más suave, más edulcorado, prefiere mostrar la vida en el barrio, los niños jugando en la calle, los puestos de verduras, la música de fondo, el dudúa de los sesenta, en cada esquina había grupos de chicos cantando, y jóvenes italianos cortejando a sus mujeres.

Esta noche nos preguntamos si aquel crimen fue por un maldito aparcamiento…

Salvador Limón, Chari Medina, Raúl Gallego y Zacarías Cotán 

































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