sábado, 20 de julio de 2024

418 - El amor llamó dos veces - George Stevens 1943

 George Stevens demuestra su saber hacer en esta deliciosa comedia, con un ritmo más pausado que el de Hawks o Capra, La chica soltera vive sola en tiempos de guerra, la segunda guerra mundial amenaza el mundo al otro lado del océano, y Connie -Jean Arthur- ofrece su piso en tiempo de escasez de viviendas en las ciudades norteamericanas. Tiempos de zozobra en los que todos deben arrimar el hombro y salir adelante. Y allí llega el señor Dingle, un sensacional Charles Coburn, y adopta su frase favorita del almirante Farragut, héroe de otra guerra, la de secesión:       

“¡Malditos torpedos! ¡Avanzad a toda velocidad!” Curiosamente el propio Frankin D Roosevelt apelaría a esa frase en discursos arengando a los oficiales de la marina tras el ataque a Pearl Harbour. 

En esta encantadora comedia todos los instrumentos están perfectamente afinados. La narración bien hilada, McCrea, Arthur y Coburn se mueven como peces en el agua en ese apartamento que conocemos desde que la metódica mujer entregue al nuevo inquilino un horario imposible de cumplir. 

Tetlaff filma los devaneos y los desencuentros, los planos frontales en los ventanas con cada habitante del apartamento en su habitación. O el travelling memorable del paseo nocturno de la pareja , Joe manosea a Connie sin freno y a ella parece no importarle, la intimidad entre Jean Arthur y Joel McCrea traspasa la pantalla, y el prometido del tupé falso se queda esperando en el salón de baile.  Todo gracias al casamentero señor Dingle, no tiene prisa y se ríe de casi todo, sabe que una mujer joven que escribe un diario pertenece al grupo de personas que tienen suficiente tiempo para hacerlo, y claro está, la vida es mejor vivirla que escribirla. 

Esta noche cantamos la canción de los torpedos con el señor Dingle…

Salvador Limón, Zacarías Cotán y Raúl Gallego. 

 
 





































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