La Gran Evasión

La Gran Evasión

sábado, 24 de junio de 2017

141 - La Soledad - Rosales 2007

Filma con calma y soltura el señor Rosales esta magnética obra hecha de recuerdos, vividos o robados, donde asoman, como en un capullo en flor, una vorágine de situaciones y sentimientos aletargados. Como en un manantial que se vierte de nuevo al deshielo, las relaciones, familiares y de pareja desgranan la sangre de los espectadores, prevenidos de conflictos y devotos. Pero todo muy lento, nada apelmazado, con una continuidad y desoladora simpleza que lo hace inquietante. Se mete Rosales de pronto en nuestras vidas, y no dejamos de sorprendernos por cuán lúcido y poco discreto lo pone a airear sin el menor sonrojo y embargo. Es una obra magnífica y lúcida, que duele porque es muy cierta, y eso puede causar al espectador que aún confía en el cine el descrédito de un arte que precisamente en autores modernos demuestra su necesidad en estos nada escondidos tiempos.

José Miguel Moreno

 Se debaten en sus particulares soledades esta noche...

 José Miguel Moreno, Juan Salvador Limón y Francisco Ortiz.


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jueves, 15 de junio de 2017

140 - Los Vikingos - Richard Fleisher 1958

Brillante sesión de aventuras nos ofreció Richard Fleischer a finales de los 50. Una magnífica película de vikingos, coloreada con los sentimientos primarios de un cantar de gesta, bellas damiselas, ingleses pedantes, hechiceras, fortalezas, y barcos que surcan los mares sin necesidad de la brújula. A estos vikingos les espera Odín en el Valhalla, por eso el viejo Ragnar siempre quiere tener cerca su espada, para morir con ella en la mano y poder ser recibido en el otro mundo. Kirk Douglas bebe cerveza en su cuerno, salta sobre los remos del drakkard, lanza su hacha sobre las trenzas de una joven, sólo vacila ante la mirada de su odiado Eric cuando sabe la verdad. Einar ama a la princesa Morgana -Janet Leigh- desde el mismo momento que la vio, y como le confiesa, si no puede tener su amor se quedará con su odio. El héroe trágico y su orgulloso padre se emborrachan, se echan al mar con furia. El mito se ilumina con la luna llena, los mares de niebla con la llamas del último adiós. Las batallas se imbuyen de la épica del asedio bárbaro, de la inocencia y la sangre del pueblo nórdico que vuelve al fiordo, a la naturaleza radiante. La habitual violencia del cine de Fleischer está bastante contenida, así no vemos como el halcón deja tuerto a Einar, sólo la sangre en sus manos agarrando al ave, ni como su padre es devorado, todo se sugiere con maestría. Algunos planos son verdaderas pinturas de época, como la llegada de los vikingos a Northumbria para asaltar el castillo, y los ingleses espantados recogiendo a sus vástagos contra el hermoso fondo verde de las tierras británicas. Si a esto añadimos el perfecto guion de Calder Willingham, también autor del de Senderos de gloria protagonizada por el mismo Douglas, la música de Mario Nascimbene, y un vestuario y ambientación sobresalientes, podemos afirmar también nosotros que estamos ante uno de las más entretenidos y vitalistas clásicos del cine de aventuras.

Raúl Gallego.

 Esta noche bebemos del cuerno vikingo y defendemos a muerte la torre de Radiopolis...

 José Miguel Moreno presenta, con Rodrigo Ruiz de Villegas, Raúl Gallego, Gervi Navío y nuestro crítico desde Madrid César Bardés.


 Artículo sobre Los Vikingos, por César Bardés


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jueves, 8 de junio de 2017

139 - La Lista de Schindler - Spielberg 1993


















En la Europa central de mediados del siglo XX muchos perdieron la esperanza. El contacto de una mano que se estrecha con otra sirve para mitigar el miedo. El abrigo rojo de una niña aterrada, el agua ansiada de unas duchas, las velas de un Sabbath que se consumen lentamente, la ilusión de un amante del buen vivir que no puede soportar lo que ve, el aniquilamiento programado de un pueblo. Hubo muchas listas anteriores a la de Oskar Schindler, listas escritas a máquina, con teclas que percutían sobre el papel nombres y apellidos de familias enteras, seres humanos, uno tras otro, registrados, censados, deportados, aniquilados.
El comandante nazi, antagonista de Schindler se mira al espejo satisfecho, levanta la mano en gesto piadoso. El poder de perdonar o castigar, disparar a una persona arbitrariamente desde la terraza, o perdonarle la vida en un instante. Un Dios vil, irredento, despiadado, el monstruo de Plaszow no conoce la compasión. Schindler alza la vista al cielo negro de ceniza, el empresario ama la vida, no va a asistir cruzado de brazos a tanta muerte, tanta ignominia, ya no puede mirar para otro lado como el resto.
La inocencia de la niña con el abrigo rojo va delante de la esperanza perdida de la Mouchette de Bresson. La que decidió rodar y rodar, consumirse como la cera de un cirio, como las brasas de la vergüenza derramada en la nieve de Cracovia.

Raúl Gallego.

Esta noche no vamos a dejar de ser trabajadores esenciales en la torre de Radiopolis....

 José Miguel Moreno, Isabel Moncada, Gervi Navío, Raúl Gallego, y nuestro crítico al teléfono desde Madrid, César Bardés.

Artículo sobre La lista de Schindler, por César Bardés


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Steven Spielberg estremeció al mundo en 1993 con La Lista de Schindler, y es que el mundo necesitaba ser estremecido,  la obra de Spielberg muestra lo peor y también lo mejor del ser humano, una mezcla brillante y por momentos insoportable, filmada con enorme respeto y pudor, pero también es seca, directa.... devastadora, una pesadilla en blanco y negro con retazos de color, de rojo sangre, de rojo vergüenza…un abrigo rojo, una niña….la inocencia asesinada.
El Rey Midas de Hollywood utilizó su prestigio, su posición y su talento para adaptar la novela "El arca de Schindler" (Thomas Keneally), con un gran guion de Steven Zaillian, Spielberg aprovecha su fama de director “comercial” para recordar a las generaciones que no vivieron la Segunda Guerra Mundial, que la mayor ignominia del siglo XX existió, que se privó de la condición humana a todo un pueblo, que el exterminio judío existió... además del horror, la película es también hermosa, por cuanto alude a la esperanza en el páramo desierto, a la luz que ilumina en la oscuridad.....a la bondad que habita el corazón de los hombres. Es, quizás, su obra más personal y más profunda, una deuda que él sentía contraída con su pueblo, con la historia, con sigo mismo....para mí una obra maestra, con las notas de Williams, ese quejido del violín, que es el quejido de toda la humanidad, con la fotografía impresionante de Janusz Kaminski. Las actuaciones de Liam Neeson, Ralph Fiennes y Ben Kingsley son sobresalientes, extraordinarias, contenidas, se nota que sabían lo que estaban haciendo, la magnitud del proyecto, la importancia de esos personajes, sin duda el espectador queda paralizado por la historia, ver la angustia, el terror, la crueldad...es a veces inaguantable, pero necesaria, nos esforzamos en no olvidar y en resaltar la poderosa luz de esperanza, de bien absoluto que habitó en el corazón de un hombre, Oskar Schindler, y por tanto, en el de todos los hombres, porque salvar una vida dice el Talmud que es salvar..... la humanidad.

Gervasio Navío Flores