La Gran Evasión

La Gran Evasión

miércoles, 28 de octubre de 2015

59 - Los Santos Inocentes - Mario Camus 1984


 
La grajilla vuela desde el campanario al hombro del Azarías. Sus ojillos brillan de felicidad, la sonrisa extraviada, el ademán primitivo, el instinto más primario. Una tarde de caza el pájaro será abatido, ya no responderá más al arrullo del inocente, no comerá más de su mano. El vuelo de la milana será truncado, sus alas rotas, mancadas por un disparo de rabia. Paco el Bajo se ha roto la pierna al caer de la encina en que agitaba el cimbel, el palomo cegado, señuelo de torcaces. Al señorito Iván le importa poco que Paco apenas pueda andar. Su mejor secretario es indispensable para el día de la batida. No puede faltar.
Mario Camus culmina su obra maestra en 1984, adaptación fiel de la novela Los Santos Inocentes publicada sólo tres años atrás por Miguel Delibes. El realizador cántabro recrea los ambientes cinegéticos y las diferencias sociales del latifundio semifeudal extremeño con serenidad y maestría. Apoyado en la música ancestral de García Abril, un plantel de actores excelente, donde sobresalen Alfredo Landa y Paco Rabal, memorables como Azarías y Paco el Bajo, un inconmensurable Juan Diego, el señorito Iván, uno de los personajes más déspotas de la historia del cine español, Terele Pávez, la sufrida Régula, Ágata Lys, la ociosa Doña "Pura", Agustín González, el administrador de la finca, o Mary Carrillo, la marquesa representante del nacionalcatolicismo imperante.
Opresión, humillación, degradación, resignación. Paco y Régula han caído en desgracia, malviven en su choza gris de adobe y chamiza. Quirce (Juan Sáchez) les visita para despedirse de esa vida esclava que tan bien conoce. Emigra a la ciudad. A la luz del candil los recuerdos asoman entre las sombras. Acaso en el silencio de la casucha aún suenan los tremendos gritos de la niña chica, el ¡quiá quiá! del Azarías. Los ojos asustados de Paco buscan a su mujer, a su Régula que alarga la vista a los campos del dolor que su hijo abandona para siempre.
Cuando los oprimidos besan la mano del amo y recogen su limosna poco hay que hacer, sino poner tierra de por medio. Los analfabetos, los santos inocentes de mirada medrosa y cabeza gacha, los que ven, oyen, y callan. Unos debajo y otros arriba, así debe ser, es ley de vida, dice el señorito Iván, el amo del cortijo.


Raúl Gallego.                                                   

Desplumamos perdices y pitorras a la luz de la lumbre esta noche en Radiópolis.

A la dirección, José Miguel Moreno, con la visita de José Gallego, Raúl Gallego, Gervi Navío y desde Madrid, nuestro crítico de cine César Bardés.




Artículo sobre Los Santos Inocentes, por César Bardés 


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miércoles, 21 de octubre de 2015

58 - After - Alberto Rodríguez 2009

  Julio (Guillermo Toledo), Ana (Blanca Romero, y Manuel (Tristán Ulloa), amigos de la adolescencia, se reencuentran una noche cualquiera. Van a quemar las naves y olvidarse de quienes son. 
La pérdida de los valores, el choque generacional, el desencanto de un futuro basado en el éxito profesional que no ha hecho felices a los tres protagonistas de este trasnochado After.
Ana va de chica liberada, independiente. Entre tiritos, copas y besos lascivos no deja de mirar el móvil y preguntarse porque no la llama su chico. Manuel no se encuentra en su cuerpo de padre de familia. La botella de buen vino estalla contra la cocina reluciente. Su hijo se esconde debajo de la cama. A Julio le aterra la soledad, se refugia en el cibersexo o la cocaína del momento perfecto. Todos han perdido el paraíso de la primera vez, la magia se ha difuminado como el humo de un cigarro.
La insatisfacción de tres almas que desfasan una noche de verano, la venganza inútil, la rebeldía adolescente fuera de lugar, el patetismo intoxicado y la falsa sensación de libertad al ritmo de música electrónica. La felicidad no era eso. Vivir en una urbanización privada con perro guardián, las verjas no protegen del interior de cada uno, las habitaciones de hotel son frías y al teléfono sólo está la recepcionista.
Baudelaire y su spleen, Raymond Carver y su realismo sucio, Michel Houellebeck y su filosofía desesperanzada y nihilista subyacen en unos personajes que se drogan en un cuarto de baño, unos corazones que se encienden y se apagan a la espera de la inevitable resaca.     
Tras el éxito de 7 Vírgenes, Alberto Rodriguez se lleva cinco años sin estrenar hasta realizar After,  con guion de Rafael Cobos, fotografía de Álex Catalán, y canciones como Beneath the Rose (Micah P. Hinson) escogidas por Julio de la Rosa dan fuerza a momentos clave del film. 
Uno se ve ya en los cuarenta y no acierta a comprender el quid de la cuestión. Julio, tembloroso y roto se aferra a la llamada de una voz de mujer, Manuel es un pureta golpeado por tres chavales en la puerta de la disco, Ana cura a una perra herida para llenar su vacío. Algo ha fallado. 

Raúl Gallego.

Prolongamos la fiesta esta noche en el garito más disipado de Radiópolis, 

A la dirección, José Miguel Moreno, con la visita de Doctor Música Ismael González, Raúl Gallego, Gervi Navío y desde Madrid, nuestro crítico de cine César Bardés.



Artículo sobre After, por César Bardés 


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